Caída histórica de la economía española, que se contrae un 4,2% en el último año

El dato, que corrobora los síntomas de mejora en la economía estadounidense, refleja una caída mucho menos acusada que en el primer trimestre de la inversión residencial y un menor descenso de las exportaciones, así como una recuperación en la inversión y en el gasto público. La contracción en el crecimiento se produjo por la contribución negativa de la inversión privada en inventarios, el descenso del consumo y de la inversión residencial fija, y de las exportaciones.

El Gobierno también dio a conocer las peticiones iniciales de desempleo semanales, que ascendieron a 570.000, 10.000 menos que la semana anterior .

La economía española continúa en su senda de resultados negativos, y seguirá en la misma línea, al menos, hasta el segundo trimestre de 2010. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, dio ayer a conocer una serie de datos que no por esperados dejan de suponer un nuevo mazazo para la economía nacional: el PIB se contrajo un 4,2% en tasa interanual en el segundo trimestre del año y un 1,1% en tasa intertrimestral, superando en ambos casos en una décima lo avanzado por el INE el pasado 14 de agosto. Estas cifras suponen el peor registro de la historia del PIB desde que en 1970 se empezaran a a realizar las estadísticas de Contabilidad Nacional.

Y es que no será al menos hasta dentro de un año, en el segundo trimestre de 2010 cuando empecemos a ver cifras de crecimiento positivo. Según Campa, la economía española ya ha pasado por el «punto álgido» de su deterioro, y señaló que hay datos, como el decrecimiento intertrimestral, que así lo demuestran.

Sin embargo, cabe recordar que el Producto Interior Bruto español acumula con éste cuatro trimestres consecutivos de caídas, mientras países de referencia como Francia y Alemania han comenzado a registrar tibias tasas de crecimiento del 0,3%. Aunque la caída intertrimestral del 1,1% es visiblemente menos mala que el -1,6% registrado de enero a marzo, hay que señalar que esta bajada supone la mayor de los 16 países que conforman la Eurozona.

Los dos principales componentes de la demanda interna, consumo y formación bruta de capital -inversión-, registraron sendas tasas negativas durante el segundo trimestre del año, aunque moderaron su caída respecto al trimestre pasado. Su contracción en estos tres meses (-3,9%) ha sido significativamente más moderada que en el primer trimestre (-6,3%). Sin embargo, en tasas interanuales, el desplome se acentúa y la inversión se apuntó una tasa de variación negativa del 17%,

El mayor descenso dentro de la formación bruta de capital se produce en los bienes de equipo, que caen casi un -30%. Este dato afecta sobre todo al sector industrial, que ve cómo sus productos tienen cada vez menos demanda, y es especialmente preocupante en estos momentos, cuando el Gobierno trata de sustituir el modelo económico basado en el ladrillo para darle un mayor peso a la industria.

Por su parte, el consumo descendió un 3% en un año, motivado por el retroceso del 5,9% del gasto de los hogares, y a pesar de la inyección de consumo de las Administraciones Públicas, que con un crecimiento del 5,1% no consiguen contener la caída.

Lo positivo de la crisis

Los datos del INE reflejan, sin embargo, una mejoría en el sector exterior, que tradicionalmente ha sido uno de los principales puntos negros de la economía española.

La demanda externa aportó 3,1 puntos al PIB español no porque hayan crecido las exportaciones -que en el último año cayeron un 15,7%; sino principalmente porque la crisis interna ha provocado un desplome de las importaciones, que han bajado un 22,3% en el periodo.

En tasas intertrimestrales, las exportaciones mostraron su primer dato positivo en cinco meses con una subida del 0,6%, frente a un descenso del 2,3%.

Por sectores, Estadística refleja que la industria, lejos de tomar el testigo a la construcción como locomotora de la economía, fue la actividad más castigada, con una caída del 18,1% en los últimos doce meses.

Estas cifras reflejan también que en el segundo trimestre del año se aceleró la destrucción de empleo, con una caída interanual del 7,1%, que se traduce en la pérdida de 1.369.000 empleos a tiempo completo.

El único dato positivo que se puede extraer de las estadísticas de Contabilidad Nacional es el de la productividad, tradicional lacra de la economía española, y que creció en el segundo trimestre un 3,2%. Sin embargo, este aumento responde principalmente a la importante destrucción de empleo de los últimos meses, que ha provocado que el volumen de trabajo haya recaído sobre un número menor de trabajadores.