Un bicentenario sólo para indígenas

A media mañana comenzó el «Desfile Cívico Militar Bolivariano», donde dirigentes de movimientos sociales e indígenas afines al Gobierno desfilaron junto a delegaciones militares de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Perú y Argentina. El desfile fue inaugurado por el presidente boliviano con un mensaje político. Llamó a los pueblos de la región a luchar por la «segunda y definitiva liberación», esta vez contra Estados Unidos, país al que achacó la responsabilidad del golpe en Honduras. «Estoy convencido que en Honduras va a fracasar ese golpe de Estado», afirmó, ante un auditorio en el que se encontraba Patricia Rodas, la ministra de Exteriores del Gobierno del presidente depuesto en Honduras, Manuel Zelaya.

Morales responsabilizó directamente del golpe a EE.UU.: «No es posible que en este nuevo milenio hayan grupos militares que dependan del Comando Sur de Estados Unidos. No es posible que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos dirijan un golpe de Estado». El presidente boliviano enumeró los diversos golpes o dictaduras sufridas por las naciones latinoamericanas en su historia: Bolivia, 56; Guatemala, 36; Perú, 31, Panamá, 24; Ecuador, 23; Haití, 16; Santo Domingo, 16, y en Cuba, «antes de revolución» de Fidel Castro, nueve asonadas.

Propuesta de Óscar Arias

Tras el acto, Correa y Chávez hicieron declaraciones en el mismo sentido. «Algunas veces se ha debilitado en América Latina, en la larga y triste noche neoliberal. Tenemos que luchar por nuestra segunda y definitiva independencia en América Latina», señaló Correa. Chávez complementó: «Zelaya está comprometido a volver, Zelaya vuelve. Este «Gorileti» [refiriéndose a Roberto Micheletti] no tiene otro camino que el basural de la historia».

Mientras, en Costa Rica, el presidente de ese país, Óscar Arias, quien actúa como mediador en el conflicto político hondureño, informó de que entre sus propuestas están la conformación de un gobierno de reconciliación presidido por el propio Zelaya y la aplicación de amnistías políticas.

El ex presidente de Bolivia y principal dirigente de la oposición, Jorge Quiroga, expresó su «profunda decepción por la utilización por parte del Gobierno de una fecha histórica tan importante para profundizar la división entre bolivianos y demostrar su lamentable servilismo a Chávez».

En La Paz, los actos prosiguieron con un almuerzo que Morales ofreció a los presidentes invitados, quienes en breves discursos volvieron a solidarizarse con la administración de Manuel Zelaya y convocaron a continuar la lucha por la independencia del neoliberalismo.

Ya en la noche la celebración llegó a la población, que se concentró en el estadio Hernando Siles de La Paz, con capacidad para 50.000 personas, para participar en un concierto con reconocidos grupos de música autóctona.