La extraña carrera del ministro Ortez
Tras ser canciller de Honduras durante una semana, Enrique Ortez renuncia a la cartera de Gobernación al tercer día de su nombramiento.
Y al tercer día renunció. A falta de verificarlo, la carrera ministerial del Enrique Ortez en el Gobierno interino de Honduras parece digna de figurar en el libro de los récords. Fue canciller durante una semana, cargo al que renunció tras las protestas de la ... embajada estadounidense por su “definición” del presidente Barack Obama: “Ese negrito que no sabe dónde queda Tegucigalpa”. Compensado con la cartera de Gobernación el pasado viernes, este lunes volvía a dimitir de manera “irrevocable” por razones no suficientemente aclaradas.
En su carta de renuncia, Ortez indicó que había decidido “dar un paso al costado” para no obstaculizar el proceso de diálogo que se lleva a cabo en Costa Rica con el depuesto presidente Manuel Zelaya y “no causar daño al Gobierno de nuestro amigo Roberto Micheletti”. “Me estoy jugando lo que puede ser sacrificar mi credibilidad ante el pueblo hondureño. Yo inmediatamente le doy la aclaración para que no se confunda el sebo con la manteca” es toda la “explicación” que dio los periodistas.
Sí detalló que su abandono del Ministerio de Exteriores pudo estar motivado por un intento de ingerencia estadounidense durante la visita a Honduras, el pasado día 3, del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. “Ellos querían agarrar al embajador Insulza, meterlo en un carro blindado y en vez de pasar por territorio hondureño, pasar directamente de un avión a un carro americano. ¡Qué sería si yo lo hubiera permitido, sin pasar por las autoridades, que ellos actuaran como colonia! Yo tengo la obligación de defender a mi país”, dijo en rueda de Prensa.
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