El Buscón de Quevedo resucita
J. B.
MADRID. Francisco de Quevedo creó a principios del siglo XVII a uno de grandes pícaros de la literatura española: el Buscón llamado Don Pablos. La obra se editó en 1626 aunque llevaba escrita ya varios años, y es desde su publicación un verdadero ... clásico. Con ese ánimo Ramón Barea y José Luis Esteban, aquél como director y éste como intérprete de Pablos, han puesto en pie este montaje, inspirado por el inolvidable Fernando Fernán Gómez. A sus órdenes coincidieron Barea y Esteban hace unos años en la obra «Morir cuerdo y vivir loco», y allí se plantó la semilla de este nuevo trabajo, que estará hasta el 14 de junio, precisamente, en el teatro Fernán-Gómez de la capital.
La comunicación con el público a través de un texto pensado para ser leído pero que, aseguran Barea y Esteban, tiene todos los ingredientes para ser contada y disfrutarse, es el principal objetivo de este montaje. Para ello actor y director han seleccionado diversos fragmentos sin modificar el texto original.
Una de las intenciones de Barea y Esteban es descubrir al personaje que Quevedo, dice el actor, «ocultó a propósito». «Pablos -dicen- no existe en virtud a su propia individualidad, sino sólo en función de todo lo que le ocurre, embarcado en una carrera por superar una serie ininterrumpida de obstáculos que dificultan su propósito: ser otro». Y es que según José Luis Esteban, «desde su nacimiento en ningún sitio y su desaparición en ninguna parte, Pablos sólo quiere convertirse en protagonista de su propia vida».
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