Caldera: el martes votó contra el cierre de Garoña, el miércoles pide su clausura

El martes pasado, a las 18.02 (según consta en acta), el Pleno del Congreso rechazó una resolución de IU-ICV, sobre el cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en julio de 2009. No se presentó ni una sola enmienda a la propuesta de los diputados Gaspar Llamazares y Joan Herrera. La iniciativa fue rechazada por 14 votos a favor (PNV, ERC-IU-ICV, Na-Bai y BNG) y 334 en contra. El Grupo Socialista en bloque rechazó la resolución, y uno de los que pulsó el botón del «no» fue Jesús Caldera.

En la resolución de IU-ICV se defiende que «la energía nuclear, además de ser un fracaso económico, medioambiental, tecnológico y social, supone, por sus características de funcionamiento dentro del sistema eléctrico, un gran obstáculo para el despliegue a gran escala de las energías renovables». Por eso, proponía «no prorrogar el permiso de funcionamiento de la central nuclear de Garoña, que finaliza el 5 de julio de 2009, para proceder a su cierre definitivo».

Los diputados y colaboradores de IU-ICV se quedaron perplejos al día siguiente, según fuentes próximas a su grupo parlamentario, cuando la Fundación Ideas, el «macrolaboratorio» de pensamiento socialdemócrata creado en el Partido Socialista en su último congreso para competir con la FAES de José María Aznar, hizo público un informe en el que defendía exactamente lo contrario a lo que habían votado los socialistas unas horas antes.

En el informe «Un nuevo modelo energético para España», la Fundación de Caldera pide el cierre de Garoña por «su antigüedad y problemas potenciales de seguridad», y su sustitución «por fuentes de energía renovables». La Fundación pide la «desnuclearización» completa en 2050.