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Tocomocho electoral

DEL mismo modo que solemos escandalizarnos ante la noticia de una estafa de naturaleza económica, cosa frecuente, el conocimiento de un fraude en el orden político, algo más frecuente todavía, suele dejarnos fríos, impasibles. Ignoro si será consecuencia de varios siglos de costumbre o de ... una laxa y colectiva conciencia democrática. Lo cierto es que nuestra convivencia, prendida con alfileres constitucionales, no se afianza con el perfeccionamiento de los modos representativos y que, cuando se convocan unos comicios, el escepticismo encuentra nuevos y más sólidos fundamentos. España es, por doloroso que sea reconocerlo, una democracia imperfecta que, lejos de depurarse, abunda en los errores y fracasos que venimos arrastrando durante los últimos treinta años.

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