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Livni insiste en que ella debe ser la primera ministra y se reúne con Lieberman para buscar su apoyo

Desplome de los laboristas y fuerte ascenso de los ultraortodoxos de Lieberman, que pueden tener la llave

La candidata del Kadima, Tzipi Livni, saluda a un grupo de seguidores / REUTERS

La ministra de Exteriores y líder del Kadima, Tzipi Livni, ha vuelto a defender hoy, como ya hiciera anoche cuando se conocieron los primeros datos electorales, que ella es la primera ministra que han elegido los israelíes y sin perder tiempo se ha reunido hoy mismo con el gran vencedor en términos electorales de la votación, el líder del ultraderechista Yisrael Beitenu, Avigdor Lieberman, tercera fuerza más votada.

"La población decidió y estableció a quién quiere ver como primer ministro. Esta es una oportunidad para la unidad que puede promover cuestiones que son importantes para vosotros también", declaró Livni tras el encuentro con Lieberman. Según la prensa, los dos acordaron seguir hablando.

Entretanto, está previsto que la ministra de Exteriores mantenga esta tarde nuevos encuentros con la cúpula de su partido para estudiar las opciones de formar una coalición de gobierno. Desde ayer, Livni ha mantenido consultas para buscar opciones que eviten la formación de una coalición de derechas liderada por el Likud del ex primer ministro Benjamin Netanyahu. En este sentido, esta misma mañana ya se reunió con el líder del Meretz (izquierda), Chaim Oron, que ayer obtuvo tan sólo tres escaños.

Por su parte, Lieberman por el momento ha dejado abiertas todas las opciones. "Me reuní con Livni esta mañana y me reuniré esta tarde con Netanyahu", señaló, añadiendo que "aclararemos nuestra posición y participaremos en la formación de un gabinete lo antes posible". Según el líder de Yisrael Beiteinu, "el país ha estado paralizado durante medio año y un país en fase electoral no puede preocuparse de la situación de la seguridad o de la situación económica". "Estamos sin presupuesto en medio de una crisis económica", recordó.

Victoria de Kadima

El Partido Kadima, de la actual ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, reafirmó su ventaja frente al resto de formaciones y se hizo con 29 escaños, uno más de los que consiguió el opositor Likud de Benjamín Netanyahu, según el último balance ofrecido esta noche por los medios israelíes, con el 99 por ciento de los votos escrutados.

A pesar de los primeros resultados de los comicios, no es del todo seguro que Livni consiga los 61 diputados necesarios para formar gobierno. Consciente de ello, invitó a su rival derechista Netanyahu a sumarse a un gobierno de unidad, que estaría liderado por el Kadima, aunque éste rechazó 'a priori' su propuesta.

Así pues, queda por ver si la formación de Netanyahu, que en los últimos comicios de 2006 consiguió sólo 12 escaños, acaba uniéndose al Kadima o bien forma coalición con el bloque de derechas del país, que es claramente mayoritario. En ese sentido, algunos medios locales destacaron como posibilidad futura la formación de una coalición entre el Likud y el tercer partido en resultados, el ultraderechista Yisrael Beiteinu (YB, Nuestro Hogar es Israel), de Avigdor Lieberman.

A pesar del apretado resultado, ambos candidatos proclamaron su victoria escasas horas antes de que se cerrara el escrutinio y aseguraron que se convertirían en el próximo primer ministro del país. "Hoy la gente ha elegido al Kadima y formaremos el próximo Gobierno", aseguró Livni, quien añadió que había ofrecido formar un gobierno de unidad a Netanyahu, aunque éste "lo rechazó y dijo que había que esperar a que la gente decidiese". Además, pidió a la derecha que "respete los deseos de los votantes".

El partido de ultraderecha Yisrael Beiteinu (YB, Nuestro Hogar es Israel), liderado por Avigdor Lieberman, permanece en tercer lugar con un total de 15 escaños, mientras que el Partido Laborista de Ehud Barak, habría conseguido 13 del total de 120 de la Knesset (Parlamento). Ni Barak ni Lieberman se decantaron con la difusión de los primeros resultados por ninguna de las dos formaciones mayoritarias, lo que genera todavía más dudas de cara a acordar una coalición de Gobierno.

La última palabra la tiene Peres Para culminar la tarea de formación del Ejecutivo, proceso que durará unas seis semanas, el candidato ganador tiene que recibir el visto bueno del actual presidente israel, Simon Peres, de ahí que la semana que viene el mandatario comience las negociaciones con el resto de líderes parlamentarios.

Una de las cuestiones que más diferencia a Livni de Netanyahu, es el asunto de Oriente Próximo, ya que mientras la candidata del Kadima, que ejerce como jefa de las negociaciones con los palestinos, apoya la creación de un Estado palestino, Netanyahu apuesta por cambiar el enfoque de las conversaciones de paz y abandonar las cuestiones territoriales que han impedido un acuerdo para concentrarse en mejorar su economía.

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