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Obama azota a McCain en el debate con su hostilidad hacia España

Sin grandes alardes, el primero de los tres encuentros cara a cara entre los dos candidatos ha terminado igualado

Los dos candidatos a la Casa Blanca se saludan. /EFE

España fue ayer una de las armas arrojadizas que utilizó Barack Obama para desequilibrar a su adversario republicano durante el primer duelo televisado entre los candidatos presidenciales. La confusa respuesta que John McCain diese hace una semana a una radio de Miami sobre la posibilidad de recibir a Zapatero en la Casa Blanca ha sido aprovechada por el demócrata para resaltar sus incapacidad para el diálogo.

“El otro día hasta dijo que no se reuniría potencialmente con el primer ministro de España porque, ya sabes, no estaba seguro de si están alineados con nosotros. ¿España?”, se ha preguntado incrédulo el demócrata. “¡España es un aliado de la OTAN! Si no podemos reunirnos con nuestros amigos no sé cómo vamos a liderar el mundo cuando haya que manejar temas críticos como el terrorismo”, ha dicho con reprobación.

Irritado, MaCain se ha defendido con su estilo sarcástico. “No voy a preparar la agenda de visitas de la Casa Blanca antes de que sea presidente de EEUU”, ha bufado. “Todavía no tengo el sello (presidencial)”. Y rápidamente ha cambiado de tema para condenar a Obama por sus intenciones de sentarse a dialogar con líderes como el iraní Mahmoud Ahmadinejad, el venezolano Hugo Chávez o el cubano Raúl Castro.

La mención a España, que podría ser la primera en un debate a la presidencia de EEUU, al menos en los tiempos modernos, ha llegado en el ecuador del cara a cara centrado en política exterior, después de que ambos candidatos se hubieran enfrentado en tornos a países como Irak, Irán, Pakistán y Afganistanistán. Pronto le tocaría el turno a Rusia, a la que se han referido 34 veces a lo largo de los 90 minutos.

Con la economía en llamas , tema que ha ocupado la primera media hora del discurso, a EEUU se le han quitado las ganas de pegar tiros. Los 10.000 millones de dólares al mes que el país se gasta en Irak han resultado esta noche un argumento más contundente que nunca. Esta vez no se trataba de demostrar quién era el más duro, sino quien sería más eficaz en resolver los problemas internacionales. Si bien hasta ahora el expediente de McCain le convierte en el más belicoso, el republicano ha intentado durante el debate retratar a su rival como un joven inexperto que podría causar más problemas que una mano firme y segura al volante de la primera potencia mundial.

Pakistán

Obama ha tenido que defender sus amenazas de que si Pakistán no colabora en dar caza a Osama Bin Laden EEUU irá a por él, por las que McCain le ha recriminado decir algo así “en voz alta”, en lugar de trabajar con el gobierno pakistaní. “Como dijo una vez nuestro gran secretario de estado George Shultz, si vas a apuntar a alguien será mejor que estés preparado”, ha parafraseado. “Así que yo no estoy preparado para cortarle la ayuda a Pakistán y amenazarle, como aparentemente quiere hacer el senador Obama, cuando ha dicho que lanzaría ataques aéreos en Pakistán”.

Al contraataque, Obama ha subrayado que “nadie está hablando de atacar Pakistán”, y ha aprovechado para recordar que la postura de prudencia que estrenaba McCain tiene poca credibilidad “viniendo de alguien que en el pasado ha amenazado con extinguir a Corea del Norte y canta canciones sobre bombardear Irán”.

Una audiencia aburrida

El rifirrafe ha pasado sin pena ni gloria ante una audiencia con muchas expectativas que se ha aburrido como una ostra ante dos candidatos muy comedidos que hablaban sobre temas que importan poco un electorado acostumbrado a no pensar en el mundo. Pero sobre todo porque no ha habido meteduras de pata, ni gestos extraños ni frases memorables que apuntasen hacia un vencedor.

Anoche casi todos los medios coincidían en que se había dado un empate, si bien algunos primeros sondeos arrojan que Obama ha estado mejor, y entre los indecisos parecía haber tenido mayor efecto el órdago frustrado de McCain, que intentó suspender el debate por la crisis económica, que las palabras de cualquiera de los dos.

“Francamente, me siento decepcionado”, ha confesado un cargo de la Universidad de Mississippi que no ha querido dar su nombre para no convertirse en juez y parte del debate. “Los dos han estado muy planos, no creo que hayamos avanzado nada”.

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