El macrobotellón de ITI, el más famoso de Toledo, reunió a miles de jóvenes en la Peraleda
La Policía registró a conciencia los accesos para evitar problemas y dentro del recinto ferial, los miles de vehículos se distribuyeron sin orden ni concierto
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Entre los jóvenes toledanos la llegada de la primavera es sinónimo de ITI. Que para el que no esté puesto son las siglas de la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial. Cada año, sus alumnos organizan un macrobotellón en el reciento ferial de La Peraleda. Este jueves era el día y miles de chavales -menos que otros años según fuentes presenciales- se cocieron bajo el magnifico sol, la música, la comida y, por supuesto, la bebida. El alcohol. Porque en un macrobotellón se pueden hacer muchas cosas y no fallan las excepciones, pero sobre todo se va a beber. A beber mucho. Como si no hubiera mañana. [Vea las imágenes de la fiesta en La Peraleda]
Pasa igual en todas las fiestas multitudinarias, y esta lo es: que se pervierte su origen. Así, lo que hace no tantos años se celebraba en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha, a su amparo, ahora se ha trasladado a más de un kilómetro, Avenida Mas del Ribero mediante. De hecho, en los días previos la UCLM se ha empeñado en desvincularse del asunto. Más que nada porque ya no quedan actividades paralelas al macrobotellón: ni conciertos, ni juegos, ni competiciones deportivas.
Por descontado que tampoco es una fiesta exclusivamente para universitarios. Basta solo pasear por el recinto ferial para comprobar que a algunos no les puede estar costando tanto sacarse la carrera y en cambio otros han crecido demasiado rápido. Vamos, que son carne de instituto.
Al botellón más famoso de Toledo llega gente de toda la provincia y de la cercana Madrid. Te enteras mirando Twitter o Instagram. «To (do) Talavera en la ITI», tuiteaba una joven. «Madrid-Toledo. Otro año más, ITI», decía otra. Claro que alguna fue más allá: «Camino ‘pa’ Toledo ‘pa’ la ITI. Y cómo no con marihuana», escribía desde Maqueda.
Alcohol y derivados aparte, evitar el consumo de drogas es uno de los propósitos de la Policía Local, principal cuerpo personado en los accesos. Pasado el mediodía, las fila de coches para entrar al recinto se alargaba centenares de metros. Los agentes registraron a conciencia cada vehículo y, claro, a alguno le pillaron con sustancias estupefacientes . Son más, sin embargo, los que colaron, a tenor del olor a porro que desprendían muchos «grupitos». Dentro, hay de todo y variado. Toldos, mesas y sillas pegables, calderos, mucho pantalón corto... eso sí, predominan las gafas de sol y las camisetas más o menos ingeniosas. «¿Qué quieres aprender? Te lo enseño todo», entre las triunfadoras.
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