Suelos que dan un toque de estilo a tus estancias

Madera: un clásico atemporal

Los pavimentos de madera crean, sin duda, una de las pisadas más cálida en invierno y más fresca, en verano, además son capaces de dar sensación de hogar de un solo vistazo. Los nuevos modelos van ganando prestaciones técnicas y mejorando aspectos, como su respuesta a la humedad y al ruido. Además, se han puesto las pilas con la instalación, evitando engorrosas obras. Tremendamente camaleónicos, suponen una buena opción tanto en espacios de estilo clásico, como actual, retro o nórdico, ya que se integran en cada uno de ellos con la misma facilidad. El roble lidera , ha liderado y, seguramente, liderará, la lista de las maderas preferidas por los usuarios. Si antes triunfaban las especies exóticas , hoy en día, las más clásicas (haya, nogal, arce…) visten los nuevos suelos. Respecto a los formatos, los dos extremos –las tablas XL y las XS– ocupan el primer puesto, recreando ambos ambientes de lujo y glamour.

Laminados y vinílicos: opciones prácticas

En este universo, los laminados y vinílicos han ido ganando posiciones, al mismo tiempo que mejoraban su imagen con texturas y acabados más naturales.

Tremendamente resistentes y duraderos, estos ‘sucedáneos’ de la madera poseen grandes cualidades técnicas, un fácil mantenimiento, una sencilla instalación y un look, lleno de posibilidades.

Mármol: elegancia natural

Las piedras naturales, con el mármol a la cabeza, poseen un aire señorial indiscutible y esa personalidad arrolladora que solo tienen unos pocos elegidos. Exclusivos y bellos , son muy resistentes y resultan (casi) eternos. Blanco Macael, Travertino o de Carrara son los tres más empleados, aunque no los únicos, ya que cada vez más se incorporan otros de gran belleza visual. Aunque fáciles de limpiar, deben pulirse cada cierto tiempo, para lucir siempre igual de bellos.

Cerámicos: el gran triunfador

Si tenías alguna duda sobre los pavimentos cerámicos, se disipará al ver los nuevos diseños, su versatilidad y sus impactantes efectos visuales. Con una imagen renovada y con destacadas propiedades técnicas, la cerámica ha escalado posiciones, convirtiéndose en una de las alternativas preferidas de los diseñadores, tanto para suelos como para revestimientos. Apta para todas las estancias , su infinito abanico de posibilidades permite su empleo en los diferentes estilos decorativos, adaptándose tanto a distintas necesidades y presupuesto. A todo esto hay que añadir, la instalación sin obras, que ofrecen algunos pavimentos cerámicos, aspecto que permite renovar el estilo de toda la casa en muy poco tiempo y de manera sencilla.

Hidráulicos: el vintage que no pasa de moda

Están viviendo una segunda juventud y han irrumpido con fuerza en muchos hogares. Los suelos hidráulicos poseen la capacidad de conmover tanto a nostálgicos como a modernos, jóvenes o menos jóvenes y lo hacen por su capacidad para aunar un bello diseño con un pasado glorioso, lleno de encanto. Estas verdaderas joyas encajan tanto en ambientes de estilo clásico y señorial como en espacios actuales, donde ponen la nota más personal. Su éxito ha sido tal, que muchas marcas de cerámica no han dudado en rendirse a su magia, sacando su propia versión.

Microcemento: el más duro de la casa

Llegó el último, pero se ha hecho un hueco entre los pavimentos por sus prestaciones y su estética. Ideal para espacios tipo loft , también encuentra su lugar en viviendas amplias, con un estilo actual. Se trata de un revestimiento cementicio y polimérico de solo 2 cm de espesor. Sin juntas, ofrece superficies continuas , y como es impermeable, puede instalarse en cocinas y baños. Fácil y rápido de aplicar, puedes elegir entre un amplio abanico de colores y acabados.

Además, ahora hay un nuevo suelo (casi) indestructible , que no se raya, no se mancha y no se quema. Se llama Baxab y es de Topcret.

Linóleo: el ‘eco’ con más caras

Realizado con materia orgánica , entre la que se encuentra el aceite de linaza y el polvo de madera, el linóleo se incorpora relativamente tarde a la casa, aunque tiene más de 150 años a sus espaldas.

Tremendamente resistente, es, además, antiestático, por lo que no atrae el polvo y mantiene a raya a las bacterias. Capaz de aguantar un elevado tránsito, presenta una amplia gama de colores y acabados, que multiplican sus posibilidades decorativas.