Prohibir la compra de tabaco a los nacidos a partir de determinada fecha es «discriminación por edad»
Abogados expertos en Derecho sanitario dudan del encaje legal de la norma
Sanidad abre la puerta a seguir al Reino Unido y prohibir la venta de tabaco a los que nazcan a partir de determinada fecha

El Ministerio de Sanidad no descarta seguir los pasos de Reino Unido y prohibir que los nacidos a partir de determinada fecha puedan comprar tabaco. Aunque aún no hay nada concreto, la ministra Mónica García aseguró que se irán «desgranando medidas« del plan antitabaco » ... sin descartar que alguna de estas medidas la podamos poner en un futuro». Su departamento, además, seguirá de cerca «las experiencias en otros países y en otros lugares para ver cuáles de ellas son aplicables a este país y a la salud de nuestra población». La titular de Sanidad abría así la puerta a imitar la medida británica: «Aquí se puede aplicar todo, yo siempre digo que no hay nada imposible. Si somos capaces de llegar a través de una arteria y cambiar una válvula en el corazón, somos capaces de cambiar las leyes para mejorar la salud de la población», afirmó, aunque no concretó cuándo se podría empezar a trabajar en esta medida ni a partir de qué edad se implantaría el veto. En el caso del Reino Unido, se aplicará a quienes nacieron a partir de 2009.
Sin embargo, pese a la predisposición del ministerio, los expertos en Derecho sanitario dudan de que la norma británica se pueda adaptar a la legislación española. «Desde el punto de vista legal, una vez fueran mayores de edad los afectados, podría entenderse como una discriminación que vulneraría el derecho a la igualdad del artículo 14 de nuestra Constitución», señala Fernando Abellán, director de Derecho Sanitario Asesores. Se refiere con «discriminación» al hecho de que, llegado el momento, un joven de 20 años podría comprar un paquete de tabaco pero otro de 19, pese a ser también mayor de edad, no podría hacerlo por haber nacido un año más tarde. «Las restricciones a los menores de edad se justifican por la necesidad de protegerlos hasta que no tengan la madurez suficiente para según qué actividades. Pero, cuando se trata de adultos, desaparece ese motivo de justificación y en principio todos los ciudadanos hemos de tener los mismos derechos en el terreno de la libertad», aclara.
A juicio de Abellán, el encaje legal de esta medida tampoco se podría justificar por su importancia para la salud pública. «Las políticas de salud pública, en cuanto conlleven restricciones de derechos, deberían afectar por igual a todos los que se encuentren en la misma situación, como sería el caso entre adultos. Si no, estaríamos hablando de una discriminación etaria», asegura.
La misma percepción tiene Carmen Fernández-Bravo, socia fundadora de Fernández-Bravo Abogados y experta en Derecho sanitario. Se refiere también a esa «discriminación por edad» que plantea Abellán. «Considero que en España no se podría hacer porque la mayoría de edad es a los 18 años. Y cuando llegas a la mayoría de edad ya tienes todos tus derechos, pues se genera un estado en el que la persona ya puede decidir, por lo que sería una discriminación», apunta.
Fernández-Bravo insiste en que las leyes que prohíben actualmente el alcohol y el tabaco lo hacen solo para menores de edad, con el fin de protegerlos, «pero poner otra edad que sea superior a la mayoría de edad legal», dice, «no encaja en nuestra norma». El Gobierno, continúa esta abogada, tiene capacidad para adoptar muchas medidas antitabaco, pero deberían ser normas generales, que afecten a toda la población y no solo a una parte, dependiendo de la fecha en la que han nacido.
El caso de nueva Zelanda
Fue Nueva Zelanda el primer país que prohibió la venta de tabaco a los nacidos a partir de 2009 para toda su vida, aunque a finales del año pasado comenzó a dar marcha atrás tras cambiar de gobierno, de manera que no llegó a implantarse, pues los afectados no tienen aún la edad suficiente como para poder adquirir estos productos. Los mandatarios justificaron que reculaban con el objetivo de utilizar los ingresos de la venta de tabaco para financiar los recortes de impuestos.
Las restricciones al tabaco llegan además en un momento en el que se está abriendo la mano al consumo de cannabis. Recientemente, Alemania ha legalizado su consumo y la posesión de pequeñas cantidades. En España, dos diputados del grupo parlamentario de Sumar reabrieron el debate el mes pasado a través de una serie de preguntas dirigidas al Gobierno en las que le pedían que se pronuncie sobre la «posibilidad de despenalizar y regular la tenencia para consumo de marihuana». Mónica García, sin embargo, aseguró este lunes en el Congreso de los Diputados que esta regulación «excede por completo» las competencias de su departamento, por lo que el ministerio «no se encuentra en condiciones de dar ningún paso a este respecto porque no tiene sentido».
Las medidas para reducir el tabaquismo, asegura Vidal Barchilón Cohen, vicepresidente primero del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), ayudan también a la deshabituación del cannabis, aunque la principal causa de mortalidad, recuerda, sigue siendo el tabaco. La prohibición impuesta ahora por Reino Unido ya la había reclamado aquí este comité, compuesto por más de 45 sociedades científicas, de manera que aplauden que el Ministerio de Sanidad se abra a estudiarlo. «Nos parece una idea buena, pero creemos que debería ampliarse a todos los productos derivados, como los váper, que es a lo que tienen ahora más enganche los jóvenes», reclama.
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