José Carlos García-Gómez: «No hay crueldad en el proceder de las orcas del Estrecho»

–Usted llegó a esa conclusión tras años de observación, estudios in situ y escasos recursos. Pero imagino que cuando la expuso en foros científicos no levantó adhesiones inquebrantables…

–De hecho, había muy poca información sobre el tema y diferentes hipótesis científicas al respecto. Yo no insistí en difundir mi hipótesis, pero sí se publicó en la prensa en 2021.

–El hecho de que científicos gallegos hayan podido apoyar su hipótesis en National Geographic le habrá gustado, pero más le hubiera gustado que fuera usted el que protagonizara la divulgación.

–Bueno, cuando uno es ya senior y tiene mucho recorrido en eso, lo que de verdad le alegra es que se vaya arrojando luz sobre la cuestión y que se descarte que haya algún deseo de venganza o crueldad en el proceder de las orcas, que llegó a crear alarma social en su día.

–Como científico, combina laboratorio y trabajos de campo y puso a prueba la calidad del neopreno buceando en aguas de la Antártida. ¿Qué buscaba en aquellas gélidas aguas?

–Era un proyecto cuyo fin tenía la investigación de la fauna y flora vinculada al fondo marino en aquella zona. Logramos describir varias especies nuevas para la ciencia.

–Pero tengo entendido que más peligroso que las condiciones extremas de aquellas aguas era la foca leopardo. ¿Os odiaban?

–Era más la fama del animal que el peligro que puede comportar para el buceador. No tuvimos problemas ni conocimiento, entonces, de que lo hubieran dado.

–Cuando me dicen que ha descrito para la ciencia tres nuevos géneros taxonómicos, ¿qué me están diciendo?

–Un genero taxonómico es un escalón jerárquico superior a la categoría de especie. Por ejemplo, uno de ellos fue dedicado al Algarve portugués y bautizamos el género como Algarvia y la especie Alba. Hablamos de un molusco nudibranquio.

–También ha descubierto 53 nuevas especies para la ciencia. Imagino que ninguna de ellas la tendrá en el Acuario sevillano, al que está vinculado como director científico.

–(Risas) No, no, ninguna. En el acuario trabajamos en varias líneas de conservación de animales marinos y estuarinos del Guadalquivir

–Tiene vinculaciones profesionales con el puerto sevillano. Llevamos más de veinte años debatiendo sobre su dragado para hacerlo mas competitivo. ¿Le quedan muchos años a ese debate?

–Ese debate quedó zanjado por la autoridad portuaria sevillana y ahora se está en otro tipo de estudios, encuadrados en el proyecto de optimización de la navegación en el estuario, priorizando el estudio de las mareas y la sostenibilidad ambiental.

–Alguien que fue aspirante a la alcaldía sevillana me lo resumió una vez de esta forma: si gana el dragado, pierden los arroceros. Y si ganan siempre los arroceros, el puerto no progresa. ¿Hay una vía intermedia?

–Creo que sí, el estudio pluridisciplinar promovido por la Autoridad Portuaria, implementado por varias universidades como la de Sevilla, Cádiz, Málaga y Huelva, y el CSIC va en esa dirección.

–Yo creo que antes la ciencia dará con la clave para terminar con el alga invasora, esa que ustedes estudian en el Estrecho, ¿no cree?

–Se busca la forma de darle uso al alga invasora, ya para la obtención de biometano, como fertilizante natural o base farmacológica. Pero las invasiones de macroalgas marinas no las ha podido solucionar nunca el hombre. Es el ecosistema nativo el que acaba controlándolo con el tiempo.

–Como universitario de la Hispalense ¿está a favor o todo lo contrario de acabar con los exámenes parciales?

–No, no, considero importante que los parciales se mantengan. A los alumnos hay que estimularlos.