EDITORIAL
Netanyahu busca el control de Gaza y que Hamás se rinda
Cada vez está más claro que Hamás no puede figurar en un proyecto de futuro del pueblo palestino
La situación en Gaza es tan extraordinariamente grave que las intervenciones de Pedro Sánchez, calificando de «Estado genocida» a Israel, no hacen más que incendiar a la opinión pública, mientras que otros prefieren hacer política y conseguir discretas victorias que se traducen en beneficios concretos. Es así como el primer ministro israelí ha tenido que reconocer que «presiones diplomáticas», fundamentalmente de algunos influyentes senadores norteamericanos, le han obligado a autorizar el ingreso de alimentos y ayuda a la Franja. Esto se hará bajo un estricto control militar para que Hamás no se aproveche del reparto para ejercer su dominio social sobre la población. Netanyahu ha tenido que convencer a sus aliados más radicales de que no es posible el control militar de Gaza sin hacerse cargo de las necesidades de sus habitantes. Cada vez está más claro que Hamás no puede figurar en un proyecto de futuro del pueblo palestino y que su mejor servicio sería rendirse y autodisolverse.
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