Los linces reintroducidos en Castilla-La Mancha se adaptan a sus áreas de campeo

En el caso de los linces que fueron liberados en Sierra Morena a principios del pasado mes de julio, hace ya seis meses, los datos de posición que proporcionan los collares GPS están permitiendo conocer muchos detalles sobre sus andanzas.

Tras producirse tres hechos «lamentables», como fueron las muertes de Kala, Kenitra y Kairós, «se sabe que los otros cinco individuos continúan moviéndose por el medio natural, perfectamente adaptados a su nuevo entorno», explica en una nota Iberlince.

Las hembras Kiki y Kiowa se han desplazado muy poco de sus áreas de suelta, lo que «concordaría con su dinámica natural».

Kaplán se ha mantenido también próximo a su lugar de suelta, mientras que Kivu se ha desplazado más de 25 kilómetros en línea recta hacia el norte, moviéndose en una amplia zona con presencia abundante de conejo de monte.

Los propietarios y guardas de las fincas del área son informados de todos los desplazamientos para evitar posibles accidentes.

Por su parte Kunfú se movió a la vecina comunidad autónoma de Andalucía, desde donde se realiza su seguimiento.

Al margen de estos animales introducidos de forma artificial, en la región de Castilla-La Mancha siguen presentes varios individuos provenientes de forma natural, como es el caso de Huelva, Hispania, Krasti, Komino y Jarira, a los cuales se les realiza el seguimiento correspondiente gracias al fototrampeo y a los collares localizadores.

El caso de Krasti es uno de los más singulares, ya que tras la suelta en Santa Elena (Jaén, Andalucía), se desplazó hacia el norte localizándose en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real).

Posteriormente, se estableció de manera temporal entre Calzada de Calatrava y Santa Cruz de Mudela, donde se perdió su pista hasta volver a encontrarlo en las cercanías de Puertollano, tras lo cual se ubicó cerca de Corral de Calatrava.

Además de los anteriores ejemplares de lince ibérico en la comunidad manchega, se tiene conocimiento de otros individuos sin collar que son avistados en diversos puntos del sur de la provincia de Ciudad Real.

A la suelta de los citados ocho ejemplares de lince ibérico en Sierra Morena Oriental, que fue el primer paso para reintroducir a la emblemática especie en Castilla-La Mancha, le ha seguido otra importante iniciativa, la reintroducción de los primeros linces en los Montes de Toledo.

Los primeros tres linces ibéricos que fueron soltados en un cercado de pre-adaptación, Kentaro, Kahn y Kuna, fueron liberados a mediados del mes de diciembre, tomando su relevo en el cercado otros dos, Kea y Kendo, que estarán en este mismo lugar hasta mediados del mes de enero.

Tras la suelta de Kea y Kendo, el turno será para los tres últimos linces que esta temporada estaba previsto que llegarán a Castilla-La Mancha, Keres, Karma y Jabillo.

Los trabajos de radioseguimiento de los linces liberados han permitido saber que tanto Kentaro como Kuna se han quedado próximos a la zona de suelta, pero en el caso de Kahn, se ha desplazado hacia el oeste y se encuentra en la zona de Menasalbas y San Pablo de los Montes.