Madrid 2020: El multitudinario cóctel de la noche más triste

La tercera bofetada

El monotema era, claro está, la tercera bofetada del COI a Madrid. Nadie se explicaba lo que había pasado, y menos que nadie los que estuvieron más cerca de quienes tomaban la decisión: Alejandro Blanco hacía corrillo con Samaranch y no dejaban de repetirse cómo este o aquel miembro les prometieron apoyos que no llegaron . Muchos de esos votos esperados lo eran en una segunda votación, a la que desgraciadamente Madrid nunca llegó.

Pero no sólo es cuestión de votos: para muchos, la auténtica causa estaba en la propia naturaleza de la elección, decidida por un centenar de socios de un opaco club privado que no justifican ante nadie su postura. Y que pueden, como se ha visto, relegar al último puesto y a eliminar primero a la candidatura que en sus propios informes evaluaron como la mejor de las tres. Igual que pudieron dar sólo 22 votos para 2016 a Tokio, y entregarles ahora, con 60, los Juegos de 2020.

El «gato muerto»

Unos apuntaban al dinero como principal interés del COI y de sus componentes, lo que habría dado la victoria a una candidata, Tokio, incomparablemente más poderosa que Madrid en ese terreno. Pero otros de los presentes apuntaban a otras causas: «No es sólo cuestión de dinero; tenemos un gato muerto en algún sitio», señalaban, muy gráficamente.

Del trabajo del Príncipe nadie dudaba : «Se ha visto él solo a más de 60 miembros del COI» . Un trabajo ímprobo que de poco o nada ha servido, con vistas a la elección, aunque a él sí que le ha hecho ganarse algo más importante que el prestigio: el respeto. De los deportistas, por ejemplo, que anoche se hacían multitud de fotos junto a los Príncipes de Asturias, y charlaban con una familiaridad y simpatía sincera.

Un «buen rollito» que tenía el contrapunto en la enorme decepción que sufrieron, precisamente, los representantes del mundo del deporte. Y que se tradujo en las lágrimas de Mireia Belmonte y Ana Peleteiro , o en el disgusto del tenista paralímpico, D aniel Caverzaschi , que entró en cabeza de la delegación madrileña a la sala donde se celebraba la 125ª Asamblea del COI y apenas podía contener el llanto tres horas después, cuando Madrid quedó eliminada. La alcaldesa, Ana Botella, aguantó el tirón esbozando lánguidas sonrisas en todos los corrillos.

La regidora llegará hoy a España, aterrizando en Torrejón de Ardoz, en la aeronave en la que viajan los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Industria, y Cultura, Educación y Deporte, José Manuel Soria y José Ignacio Wert, respectivamente.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González , voló en la noche del sábado rumbo a Madrid. El grueso de la delegación, formada por deportistas, políticos y periodistas, partieron de Buenos Aires a primera hora de la tarde del domingo. En este vuelo iba el presidente del COE, Alejandro Blanco, también máximo responsable técnico de la malograda candidatura.

Ahora, como explicaban miembros de Madrid 2020 en el aeropuerto de Ezeiza, queda asumir con «serenidad» la decisión del COI y tratar de pasar el mal trago y el malestar ante una decisión que, pocas horas después de conocerse, seguía sin ser comprendida.