Ángel Pérez y Gregorio Gordo denuncian una «operación premeditada» para disolver Izquierda Unida

Así lo han manifestado, con rigurosa puntualidad, en la rueda de prensa convocada para valorar y explicar sus posturas en torno a la decisión de la Presidencia Federal de destituir a ambos tras no dimitir por su responsabilidad política en la gestión de las tarjetas B en Caja Madrid, considerado como una falta «muy grave». Los portavoces han destacado que no dejarán sus cargos a menos que así lo establezcan el grupo y la federación madrileña.

Pérez ha definido la resolución como un «atraco a la federalidady a los derechos de los afiliados» y afirma que se ha instaurado «un estado de excepción injustificado». El actual portavoz de IU en el Ayuntamiento habla, igualmente, de una «vulneración de sus derechos como ciudadano». Gordo, por su parte, ha declarado que se trata de una decisión «sin precedentes» en la historia de la formación, que resulta ilegal por «la falta de competencias legítimas» y por «la falta de votantes» en su resolución.

El expediente abierto a Gregorio Gordo y Ángel Pérez proponía su expulsión por la comisión de la falta, contemplada en el artículo 31 de los estatutos de IU, que señala «la actuación en contra de los acuerdos, decisiones o resoluciones expresamente adoptados por los órganos de la organización en el marco de sus competencias con consecuencias negativas para IU».

Ángel Pérez ha sido particularmente crítico respecto a la posición de Alberto Garzón en torno a Podemos. Si el candidato de IU a las próximas elecciones generales dijo que el partido liderado por Pablo Iglesias surgió porque desde su formación no se habían hecho bien las cosas, para Pérez, nació precisamente por lo contrario, «porque IU sí estaba haciendo bien las cosas». La «nueva guardia», añadió, quiere acabar con la «vieja» aunque perjudique a la formación.

Tanto él como Gordo han hecho especial hincapié en lo que consideran «un ataque» a IU Madrid. Marcada la formación como «un obstáculo a disolver», ambos han demandado responsabilidad política -fundada en este caso- a quienes «trabajan para Podemos desde IU», en referencia evidente a Garzón. Hay que determinar, dijo Gregorio Gordo, si los responsables «creen en el proyecto de Izquierda Unida».

Sobre el futuro de la formación en las próximas elecciones, Ángel Pérez destacó que hay que «garantizar que las siglas de IU estén en las mesas», porque el espacio que cubre su partido «no tiene otra fuerza que lo represente».

De la misma forma, dijo que deben establecerse los debates para determinar si se llegan a acuerdos con otras formaciones, con la única condición de que no sea sumándose a éstas.