Los Cobertizos, palio del Cristo Redentor

En la noche de este Miércoles Santo, dos procesiones serán auténticas manifestaciones de fe ardiente, inconmovible, fecunda y conmovedoramente ascética. A las 21.00 horas de la iglesia del monasterio franciscano de San Juan de los Reyes, partirá el Santísimo Cristo de la Humildad.

Aunque la procesión lleva saliendo solamente cinco años, ha conseguido bastante fama, por lo que cada año acuden a presenciar su paso un mayor número de personas. El itinerario es el siguiente: Reyes Católicos, Ángel, Santo Tomé, Trinidad, Hombre de Palo, Comercio, cuesta de Belén, Plata, plaza de San Vicente, Alfonso X el Sabio, plaza Padre Juan de Mariana, Rojas, Santo Tome, Ángel, Reyes Católicos a la iglesia franciscana.

El paso está formado por la imagen del Santísimo Cristo, dos sayones y un romano, tallados por el escultor Darío Fernández. Va portado en unas andas realizadas por Luis Villarrubia y su hijo Ricardo. Durante el recorrido la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Redentor, de Moral de Calatrava (Ciudad Real) interpretará diferentes marchas penitenciales.

Del monasterio de Santo Domingo el Real, flor y nata de la vida monástica de Toledo, regentado por las monjas dominicas, saldrá a las 23.30 horas la imagen nazarena de Cristo Redentor, portado a hombros por doce de sus caballeros penitentes. Al son de un tambor destemplado que toca un cofrade la procesión se pondrá en marcha y abandonará la añeja flor de la historia, de la leyenda y de la poesía que constituye la plaza de Santo Domingo el Real, para continuar por Buzones, Merced, plaza de Capuchinas, Tendillas, Esteban Illán, San Clemente, San Pedro Mártir, Valdecaleros, Aljibillo, Rojas, Trinidad, Jesús y Maria, plaza Padre Juan de Mariana, Alfonso X el Sabio, Nuncio Viejo, Hombre de Palo, Comercio, plaza de Zocodover, Sillería, Cadenas, Plata, plaza y cubillo de San Vicente, cobertizo de Santa Clara (aquí los costaleros de turno tendrán que hacen una demostración de fuerza y habilidad, siguiendo las órdenes del capataz, hasta el punto que agachados sus manos llegan a rozar los guijarros del suelo) cobertizo y plaza de Santo Domingo el Real y entrar en la iglesia dominica cuando se cumpla la segunda hora del Jueves Santo.