Guadalajara se queda sin Feria del Libro por discrepancias entre libreros y Ayuntamiento

Los libreros que participan en esta feria se quejan de la bajada de ventas en la Plaza Mayor de la capital, ya que a ciertas horas este enclave se queda con «escasa vida», según han relatado a Europa Press algunos de estos establecimientos. Tampoco aceptan la posibilidad de ubicarlo en la plaza del Jardinillo, tal y como se ha propuesto desde el Ayuntamiento, y piden que se vuelva a su anterior sitio. Argumentan que allí, en la época del año en la que se celebra, el mes de mayo, es el «lugar ideal para pasear y visitar los puestos de libros».

Además, creen que las ubicaciones propuestas desde la Concejalía de Cultura «están carentes de espacio» y reivindican que se haga en un parque, como según aseguran se está haciendo en gran parte de las ciudades de España.

Por su parte, desde el Ayuntamiento han explicado que la decisión de mantener en la plaza Mayor la Feria del Libro está motivada por su intención de «dinamizar y dar vida al centro de la ciudad», por lo que se utilizará esta ubicación para todos los eventos financiados con fondos municipales que se puedan adaptar a este espacio.

En todo caso, también han precisado que se ha propuesto a los libreros una tercera opción junto a las dos plazas, que es la de solicitar una subvención como asociación para su organización, y en este caso sí se les ha puesto a disposición el parque de La Concordia, aunque, según han señalado, no la han solicitado.

Desde el Ayuntamiento han querido recordar en un comunicado que durante el mandato 2003-2007, siendo concejal de Cultura, Jordi Badel (IU), se celebró durante tres años (2005-2007), la Feria del Libro Actual, Antiguo y de Ocasión en la Plaza del Jardinillo. «En dicha Feria, sólo el 25 por ciento de los libreros participantes eran de Guadalajara. El resto, de Madrid», han asegurado desde el Ayuntamiento.

En 2008, bajo el gobierno del Partido Popular, se apostó por un modelo de feria cuyos participantes fueran de Guadalajara, y en 2009 se traslado a La Concordia «debido a las obras que se estaban realizando en el Banco de España», y que ya durante ese cambio, algunos de los libreros manifestaron su desacuerdo.