Los socialistas consiguen la primera diputación con apoyo de nacionalistas y mareas

La intervención del presidente de la Diputación ha servido para reivindicar la institución , tras el cuestionamiento de sus socios: «Es nuestro deber prestigiarla, haciendo administraciones modernas y eficientes». También ha anunciado «como prioridad seguir cooperando con todos» y ha reiterado «el blindaje de los servicios sociales». Finalmente, y como estaba previsto, Valentín González ha anunciado que compatibilizará su cargo en la presidencia con la alcaldía de As Pontes. Previamente la futura vicepresidenta, Goretti Sanmartín, ha deseado «suerte e ilusión colectiva» a sus compañeros de corporación, pero ha mostrado su deseo es «modificar la estructura provincial del país». Y tal como recoge el acuerdo firmado con el PSdeG avanzó «un mayor protagonismo de los órganos colegiados».

Antes de la elección del presidente tuvo lugar el juramento o promesa de los nuevos diputados. Todos se comprometieron a cumplir con la Constitución, pero los nacionalistas y los rupturistas añadieron la Coruña coletilla inventada por Batasuna : «Por imperativo legal» y completaron el juramento con apelaciones a la «democracia paritaria» o «la participación ciudadana». El concejal de Santiago, Manuel Dios Diz, también ha optado por singularizar su promesa con «el deseo de que esta sea la última constitución de la corporación provincial». Todos los candidatos «rupturistas» rechazaron lucir la medalla que los acredita como diputados provinciales.

El salón de plenos ha estado repleto de invitados: El alcalde de La Coruña, Xulio Ferreiro, la secretaria de organización del PSdeG-PSOE, Pilar Cancela, el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence o el expresidente de la diputación coruñesa, Salvador Fernández Moreda