El PSOE mantiene en Lugo por ahora su rechazo al chantaje de las minorías

Desde el PSOE, todos los dirigentes provinciales y regionales descartan públicamente que se vaya a presionar a José López Orozco para que se aparte y facilite la investidura de un alcalde socialista. «Si hoy piden la cabeza de Orozco y se la damos, ¿qué pueden pedir mañana?», se preguntan en voz alta desde la dirección regional , «nosotros no contemplamos su renuncia ni Besteiro se la va a pedir». «¿Su único programa es que Orozco no sea alcalde?», añaden, visiblemente molestos porque «cada día ponen condiciones nuevas».

El ultimátum lanzado por Lugo Novo tiene fecha límite: este miércoles el PSOE deberá aclarar qué carta juega para optar al bastón de mando. A día de ayer, Orozco «no se plantea apartarse», aseguraron a ABC colaboradores próximos, «pero quedan cuatro días —la constitución de los ayuntamientos es el próximo sábado— y puede pasar cualquier cosa». Ese escenario incierto es el que apuntaron otras fuentes , que no descartan que el alcalde en funciones haga un sacrificio por el partido «porque la Alcaldía es importante para nosotros».

Desde una posición de aparente espectador, el popular Jaime Castiñeira asiste a la pelea entre los grupos de la izquierda, si bien sería alcalde en caso de que no se pusieran de acuerdo. «Soy consciente de que estaría en minoría y que en cualquier momento me pueden plantear una moción de censura», explicó a ABC, «pero yo me presenté para ser alcalde con todas las consecuencias, y por eso los lucenses me eligieron mayoritariamente». Si finalmente es elegido regidor tendrá que renunciar por incompatibilidad a su acta de parlamentario, lo que hará «sin ningún problema». Su grupo sería de nueve concejales, «suficientes para gobernar» ya que Ciudadanos «no quiere formar parte», si bien «tenderé la mano a todos para los temas de la ciudad, y veremos qué dicen a algunos de gran importancia». Mientras el PSOE decide, Castiñeira espera.