El PSOE entrega las ciudades a las marcas gallegas de Podemos

Barcón, que fue autocrítica la noche misma de las elecciones con el resultado socialista, volvió a insistir en que asume «en primera persona» la derrota electoral , pero no ha concretado las posibles responsabilidades que pudieran derivarse del varapalo electoral. Dejó claro que no hay ninguna posibilidad de acuerdo con el PP, y situó al PSdeG como «la garantía de un cambio tranquilo en la ciudad» y anunció que «estarán vigilantes para que en ese cambio se contengan las medidas que, a nuestro juicio, son imprescindibles para garantizar los derechos de las familias».

La portavoz socialista no entró a valorar si trabajan con la idea de formar parte del gobierno municipal, simplemente aclaró que hay que «esperar a que la propia Marea aclare sus ideas». Y es que de momento la única norma de conducta asumida por todos los socialistas es aislar al Partido Popular y desalojarlo de las alcaldías, aún a costa de situar en puestos destacados a radicales que cuestionan abiertamente el ordenamiento constitucional.

La misma tesis baraja la diputada y candidata en Ferrol, Beatriz Sestayo. En declaraciones a ABC aseguró que «ya dije la noche electoral que no habría ningún tipo de acuerdo con el PP y que si depende del POSE no habrá alcalde conservador en la ciudad ». En cuanto al procedimiento a seguir, Sestayo no ha concretado nada «porque estos días tengo actividad parlamentaria y será a finales de esta semana cuando iniciaremos los contactos para saber qué posibilidades se abren y cuáles son los márgenes para el acuerdo entre los grupos políticos».

En Santiago, tras la disolución de la Ejecutiva local y la rebelión de sus miembros contra la secretaria María Bugallo, no se ha avanzado en la concreción de los pactos. Sólo tras la derrota electoral, Francisco Reyes, avanzó que nunca facilitarían un gobierno del PP. y las fuentes consultadas por ABC señalan que los socialistas posibilitarán la llegada de Martiño Noriega, pero no entrarán en el gobierno. Mientras tanto, la agrupación compostelana vuelve a encontrarse en una situación de revuelta. Fuentes consultadas por ABC aseguran que en el entorno de la secretaria local se baraja que la huida de los miembros de la ejecutiva tiene que ver con una maniobra para evitar «las explicaciones sobre el mal resultado y eludir cualquier responsabilidad en el fiasco electoral».

En parecida situación se encuentra la agrupación orensana. El candidato José Ángel Vázquez Barquero no va a pactar con ninguna de las formaciones políticas y el voto a su propia candidatura favocerá la elección del popular Jesús Vázquez como nuevo alcalde de la ciudad de Orense. En todo caso no faltan voces en la agrupación local que pidan responsabilidades por el fiasco electoral. En el particular universo orensano las divisiones entre clanes se multiplican y prolongan la agonía de una agrupación cuyos debates giran en torno a las personas y están mediatizados por las rencillas personales.