El BNG ataca a Anxo Quintana por temor a la plataforma «Somos Nós»

Los simpatizantes del BNG, encabezados por el portavoz, Xavier Vence, caminaban agrupados encabezando la marcha. La dirección sabía que allí no estaban sólo los «benegás» y que la terna de líderes estaba compuesta por su antiguo portavoz, Anxo Quintana, por el colíder de Anova, Martiño Noriega, o por los nacionalistas «comprometidos» con el centro político.

La convivencia de los cargos del BNG con los discípulos de Beiras ya es costumbre y la escasa representación de los chicos de Bascuas tampoco inquieta demasiado al «presidium» del BNG. Pero la presencia y los anuncios de Quintana no fueron saludados con entusiasmo. Dirigentes frentistas calificaron la iniciativa del alaricano con un «muy mal para el nacionalismo». De hecho, sus compañeros en la aventura de «Somos Nós» están localizados por los líderes del Bloque y los concretan en personas como el exsenador Pérez Bouza, la exdiputada Ana Luisa Bouza o alcaldes como Francisco Oviedo o el de Monforte, Severino Rodríguez.

Sin embargo, Anxo Quintana no quiso entrar en polémicas. El promotor de «Somos Nós» no se hizo notar, pero verbalizó sus ideas para ABC de una forma clara y rotunda: «El gran reto de los gallegos es que ese sentimiento de identidad se convierta en compromiso político». El dirigentes nacionalista parecía satisfecho con la movilización de la ciudadanía y justificó la presencia de miles de personas en las calles apuntando: «Defender Galicia requiere que defendamos nuestra autoestima, que estemos orgullosos de lo que somos y que valoremos lo que tenemos».

El exvicepresidente no paró de emitir mensajes en clave que hacen presagiar una vuelta inmediata al primer plano de la actualidad. Sus críticas al Gobierno de la Xunta ya son con nombres y apellidos y señaló directamente al titular del Ejecutivo porque «si el presidente Feijóo fuera el directivo de una empresa, estaría expulsado por bajo rendimiento» y calificó como «inauditos los ataques que recibe el idioma». Quintana también lanzó un mensaje de autodefensa ya que considera errónea las críticas de quienes acusan a los nacionalistas de crear un problema político con la lengua propia: «Si hay asimilación de un grupo con la defensa del idioma, será porque los demás hacen absentismo de esa defensa». Y para finalizar concluyó que «el gallego es una oportunidad para todos».

La marcha en defensa del gallego dibujó un mosaico de signos como estrellas de cinco puntas en la frente de los militantes de Anova o banderas estatutarias en torno a los diputados socialistas. También los «compromisos» intentaban hacerse hueco y, a diferencia de lo que ha ocurrido en La Coruña, no se mezclaron con Izquierda Unida, con Anova o con las mareas...