El temporal deja un regalo en Finisterre: los restos de un barco de vapor de 1927

La playa de O Rostro, una de las que más fuerte oleaje reciben en la Costa da Morte, ha congregado a decenas de curiosos que han aprovechado el buen clima para ver la nueva atracción de la zona. El día ha amanecido soleado y se ha ido nublando a lo largo de las horas, con fuerte oleaje, aunque eso no ha impedido que a medida que avanzaba la tarde cada vez hubiese más gente en O Rostro.

Allí el temporal ha dejado un barco de vapor portugués llamado «Silva Gouveia» que se había visto por última vez a finales de diciembre del año 1927, y 87 años después ha vuelto a ver la luz del sol. Esta nave, de más de sesenta metros de largo y fabricada en Gran Bretaña en 1906, era propiedad de la Sociedad General de Comercio, Industria y Transporte de Lisboa y cuanto se hundió llevaba azúcar.

Una vecina ha relatado a EFE que, aunque ahora está una parte del pecio en la playa, en su momento se había desguazado la embarcación, excepto lo que quedaba enterrado en la arena, que ha aparecido poco a poco, aunque nunca una pieza tan importante como la divisada en este momento.

El alcalde de Finisterre, José Manuel Traba, ha explicado a EFE que «hay constancia hace muchos años» de este barco en la playa de O Rostro, donde ha emergido debido al temporal, pues el mar se llevó muchísima arena y dejó los restos al descubierto.

«Suponemos que como todo volverá a la normalidad, la arena lo cubrirá de nuevo», ha sostenido el regidor, que mañana abordará con Costas la situación y «a ver qué deciden hacer con él», ha dicho. En todo caso, ha asegurado que «no deja de ser una curiosidad que vuelvan a aparecer los restos de este barco», lo que ha generado «mucha expectación y, como hace buen día, ha atraído a muchos turistas».