«Operación Pokemon»: Besteiro indicó a un promotor que no ingresara al PSdeG más de 3.000 euros juntos, según un policía

«Entonces según Venturias —hombre citado en el sumario del que se destaca su conocimiento del plan general de Lugo cuando estaba "todo escondido"—, Besteiro les había indicado el banco en que hacerlo y que no hiciera ingresos en cantidades superiores a tres mil euros en la cuenta del partido», apuntó el agente para De Lara.

La declaración de este testigo ante la juez prosigue: «El promotor lo que quería era legalizar la finca que había adquirido, entrando de la mano de ese tercero, de ese intermediario».

El policía no fue el único que se manifestó de este modo sobre la financiación del PSdeG lucense. Otro testigo, en este caso el empresario Javier Río —que pintó una casa de Besteiro de la que también se habla en el sumario— explicó cómo esta formación recaudaría presuntamente fondos para sus campañas. «Cuando el PSOE te pide dinero, te dice algo así: "Ahora vienen las elecciones, mira a ver si nos ayudas". Y como dependes de ellos para las contratas y las adjudicaciones, pagas».

El declarante afirma que tiene «mucho miedo a que todo esto pueda salir porque entonces si que no vuelve a trabajar en la vida», recoge el sumario. A continuación, se detalla que «está seguro» de qué empresarios han abonado este presunto peaje. «A Pedrouzo —protagonista en lo referente al piso de Besteiro en los tomos ya conocidos— se lo piden cada vez que hay elecciones. A José Luis Iglesias no le hace falta que se lo pidan porque ya lo lleva él directamente al ayuntamiento». Es entonces cuando desvela que las cantidades oscilan entre 10.000 y 30.000 euros.

Río afirma que no son conjeturas, sino que lo narrado tiene «toda verosimilitud» y que en ningún caso es una «fantasmada» que le hayan contado. Después, confiesa que también a él «le han pedido dinero en las últimas elecciones, cuando Besteiro era todavía concejal —recoge el sumario—. Como no quiso pagar, no le han vuelto a pedir». Aunque no lo identifica porque dice que no «se acuerda del nombre», asegura que se lo pidió «una persona del ayuntamiento que trabaja en algo de carreteras, que cree que es funcionario o concejal de algún pueblo».

Reconoce que no se negó directamente por «miedo». Por eso optó por decir que se lo pensaría. Cuando se le pregunta si de su negativa a dar donativos podría derivarse que no le otorguen más obras, sostiene que así es. «Que hace tiempo hizo unos trabajos para la delegación de Familia, hace ocho años, y entró el bipartito y ni lo volvieron a llamar. Ni presupuestos».