El análisis de cabello desvelará si los padres de Asunta le daban tranquilizantes

Lo determinante del análisis de cabello es que «facilita un estudio cronológico, dado que crece un centímetro al mes. 20 centímetros permiten remontarse dos años», explica Manuel López-Rivadulla , responsable del servicio de Toxicología Forense de la Universidad de Santiago de Compostela. «Da la posibilidad de detectar sustancias que han desaparecido en la saliva o en la sangre. Se almacenan en la queratina y permanecen sin descomponerse, porque no hay un proceso metabólico que las degrade», abunda el catedrático.

Los metales son los que permanecen durante más tiempo. En el caso de un medicamento, como el diazepán, «depende del tiempo de vida medio y de cuándo se haya dejado de consumir», aclara López-Rivadulla.

Así se analiza el cabello

«Se procura tomar la muestra lo más próxima a la raíz y se analiza por entero o por segmentos», describe este experto. «Primero se lleva a cabo un lavado muy profundo, para evitar la presencia de droga por contaminación. Por ejemplo, podría impregnarse de nicotina si alguien fuma. Después se pulveriza el cabello para la sustracción de sustancias y se aplica una técnica instrumental». Una persona, dedicada exclusivamente a este análisis, según López-Rivadulla, necesitaría aproximadamente un día de trabajo para presentar los resultados del informe.

Los investigadores manejan la hipótesis de que los padres habían planeado el asesinato de Asunta hace tiempo, y que desde hacía meses suministraban a la niña medicamentos , muy posiblemente tranquilizantes. Una línea de investigación abierta cuando las profesoras de Asunta relataron episodios en los que ésta se mostraba adormecida. Los padres han declarado que le daban pastillas para la alergia, aunque algunas fuentes señalan que nunca sufrió esta patología.