MIGUEL SANTALICES, Presidente de la comisión de investigación de las cajas en el Parlamento gallego
Miguel Santalices: «La comisión de las cajas no va a ser una sala de torturas»
El Parlamento gallego investiga la evolución y fusión de las cajas con una comisión que podría enviar sus conclusiones a la Fiscalía. Su presidente asegura que no hay ánimo de luchas partidistas y aventura «sorpresas» con la auditoría
Miguel Santalices: «La comisión de las cajas no va a ser una sala de torturas»
En un Parlamento dominado por la bronca, PP , PSOE, AGEy BNG se han puesto de acuerdo en el plan de trabajo de la comisión que deberá investigar la evolución y fusión de Caixanova y Caixa Galicia. La preside Miguel Santalices, el diputado más veterano.
—¿Para qué sirve esta comisión?
—Para clarificar el proceso de fusión de las cajas en nuestra Comunidad y todo lo que está vinculado, sin escapar a ningún tema: preferentes, indemnizaciones... Es fruto de un consenso importante, como se plasmó en el plan de trabajo, gracias a la generosidad de todos los portavoces, algo muy positivo.
—¿Tendrán alguna influencia real las conclusiones que se aprueben?
—Es una comisión especial, por ser de investigación, con una normativa diferente. Los diputados que la integran estudian la documentación que se les va a remitir, que es amplísima. Habrá una segunda fase de comparecencias. De ahí saldrán unas conclusiones y la comisión, a diferencia de otras, tiene capacidad de remitirlas al Ministerio Fiscal si se evidencian situaciones que se escapan a su ámbito de actuación.
—¿Y si los resultados dejan en mal lugar al presidente Feijóo? La oposición le viene señalando como uno de los principales culpables...
—No espero esto. Al presidente Feijóo siempre le he visto con una actitud firme. Tiene la idea clara y está absolutamente convencido de que fue en la línea correcta. Y se verá. Es un buen gestor, un hombre que se piensa mucho las cosas. Está convencido de que no ha lugar a que pueda quedar en evidencia. Pero, en todo caso, ahí está la auditoría para despejar todo tipo de dudas. Es un acto de valentía y transparencia por parte del presidente manifestar desde el primer momento su deseo de comparecer y de que se clarifique todo.
—Esa auditoría la realizó KPMG y el PSdeG se queja casi a diario de que no se les permite acceder a ella.
—Está entre la solicitud de información que se ha acordado entregar a los grupos. Ahora sí que ya no vale decir eso. Va a haber oportunidad de analizarla. Y a lo mejor salen sorpresas. Aunque yo no soy un entendido en el mundo financiero;estoy al frente de esta comisión por ser el más veterano y ser el vicepresidente del Parlamento.
—¿Qué sorpresas? ¿La ha leído?
—No, no, no. En mi caso concurren dos cosas: aparte de vicepresidente del Parlamento, soy el portavoz de Sanidad y estoy muy polarizado hacia ese tema. No entiendo de Economía.
—Hay solicitadas 45 comparecencias, ¿se puede negar alguien a acudir?
—De los comparecientes que pertenecen al ámbito de la Comunidad Autónoma, negarse puede significar aplicar el Código Penal. Si son del Estado u organismos no vinculados a Galicia, es discutible. Hay precedentes en varias comisiones como la del Prestige y pueden ampararse en una normativa que no les obliga. En todo caso, esto no lo vamos a saber hasta que comiencen las citaciones. Pero hay personas importantísimas para el devenir de la comisión que tendrían mucho que decir y que no están en nuestro ámbito.
—¿Alguien ha dicho ya que no?
—A mí no me ha llegado ninguna negativa. Sí hay quien me ha dado fechas en las que no podría por problemas de agenda, pero con intención de venir.
—¿Por qué no va a comparecer el expresidente Touriño? Se daba casi por seguro y él mismo se mostró dispuesto, pero el PP no lo solicitó.
—Es una decisión de los portavoces. Yo no quise entrar en ello. La decisión se produce en el receso que yo autorizo cuando se estaba debatiendo el plan de trabajo propuesto por la mesa de la comisión a todos los miembros.
—Sí se incluyó, en cambio, a petición del PP, la presencia del comisario europeo Joaquín Almunia. ¿Qué aporta?
— Europa tiene mucho que ver en esta cuestión y él es comisario europeo de Competencia y excomisario de Asuntos Económicos. El Parlamento gallego fue muy contundente con las preferentes:se pidió por unanimidad que en el caso de los ahorradores no hubiera ninguna quita. Por eso nos pareció que podía ser una comparecencia importante. Si sigues los debates de los procesos de fusión de las cajas, siempre aparecía la opinión de Almunia.
—¿Han comenzado las citaciones?
—Primero es fundamental conocer la documentación. Es enorme. Estamos hablando de leer cerca de 15.000 folios. Hay informes de las propias cajas, de la Administración, de la Xunta, del Banco Central, auditorías... Es muy densa y creo que es fundamental que primero se analice esa documentación.
—Con ese volumen de folios, ¿van a ser suficientes tres meses de trabajo tal y cómo se han propuesto?
—Esto se consensuó entre todos. Es muy buena la intención y sería magnífico que terminásemos para el 31 de julio, pero el análisis de la documentación va a ser farragoso y además se podría aún solicitar alguna comparecencia más. Va a depender del ritmo que los diputados le quieran imprimir.
—Intuyo que percibe que va a ser necesario ampliar la duración.
—No me quisiera atrever a decirlo, pero es mucha la historia. Por la experiencia que tengo, va a estar muy ajustado.
—¿Hay voluntad de investigar o se va a usar como arma de lucha política?
—Hay una clara intención y voluntad de llegar al final y el consenso acordado por los cuatro grupos es un ejemplo de ello. Estoy convencido.
—El PSdeG afirma que el PP está «incómodo» en esta comisión.
—No, no. Está muy cómodo y quiere solucionar la cuestión de las preferentes. Es el sentir de la ciudadanía y el mío propio. Me gustaría que a estos ahorradores que han visto, de momento, truncada su vida por un proceso viciado, se les diera una solución. Yo estoy en la calle porque soy de un pueblo pequeño y conozco particularmente un caso.
—Adelante.
—Es el caso de una familia que tenía su casa cerca de la mía, en Bande, mi pueblo. Un día pasó un camión cargado de paja;chocó contra uno de los cables de la luz;el tráiler se incendió y quemó tres o cuatro casas. Fue una tragedia. Esa familia recibió una indemnización por el daño y metió parte en preferentes.
—¿Le parece paradójico que en el Ayuntamiento coruñés los afectados se encierren en dependencias del grupo socialista, donde hay dos ediles que fueron consejeros de la cajas?
—Entiendo el problema, pero hay una línea roja que no se debe pasar. No me gusta que las instituciones democráticas se interrumpan por un proceso que debería estar solucionado.
—¿Y en concreto La Coruña?
—No deja de ser paradójico. Ya lo fue cuando hubo que votar aquí una determinada situación con respecto a los consellos de las cajas y la señora Mar Barcón tuvo que ausentarse.
—Le leo una frase textual de Abel Losada: «Es imprescindible, por salud democrática, que alguien se ponga colorado con todo lo que sucedió con las cajas». ¿Quién se tiene que poner colorado?
—Yo no hablaría de que es imprescindible que alguien tenga que estar en una comisión incómodo. No, no. La filosofía es esclarecer todo y darle solución. No quiero que la comisión se convierta en una sala de torturas por la que tiene que pasar determinada gente, sino que sirva para que todos aportemos algo para que la sociedad tenga claro cómo fue todo el proceso de fusión.
—¿Se gestionaron bien las cajas? ¿Fue un error la fusión?
—No soy un entendido en esto. Un periodista le preguntó a Amancio o a Arsenio, no recuerdo:«¿Por qué los gallegos cada vez que hacen una pregunta responden con otra». «¿Y por qué me hace usted esa pregunta?», respondió.
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