Feghouli y Jaume, salvadores

Vital la segunda. Con la que se reveló de nuevo portero de galones en el tiempo de prolongación, cuando el partido acababa, el Valencia sufría, y no podía escurrirse el triunfo. Tolisso sacó un lanzamiento duro, pero el guardameta castellonense respondió con un paradón . Y los que suma éste son siempre plásticos, felinos, salvadores. Logró el Valencia cerrar la victoria. Muy apurada. Muy trabajada. Nada brillante, pero sí práctica. Sumó de tres y arregló la derrota local contra el Zenit ruso, que este martes ganó 2-1 al Gent.

Hasta cuatro veces sonó la madera de Gerland. Incisivo beso del balón en la estrucutura de las portería. De las dos. La que en el primer tiempo defendió el valencianista Jaume y su homólogo del conjunto francés, Lopes. Y pudieron ser cinco los choques. Abdenour, conocedor del estadio galo por su paso con el Mónaco, cazó un saque de esquina de Piatti, remató de cabeza y el esférico silbó cerquita del palo izquierdo de Lopes. Se fue fuera a poco de los diez minutos. La réplica del Lyon fue de Valbuena . Habilidoso «10». Libre directo que botó éste, pero encontró el vuelo mágico, otro más, como ya hiciese el pasado viernes ante el Granada, de Jaume. Las manos del portero y el palo evitaron el gol .

Más madera. Superada la media hora, se reeditó el saque de esquina valencianista con Piatti centrando y Abdenour cabeceando. Y el sonido se repitió. Se resistía la pelota a entrar. A cinco minutos del descanso, Cancelo profundizó y su cesión a Fehouli llevó el remate del argelino al larguero. El propio Soso, sin embargo, logró llevar el balón al interior de la red. Un sonido mucho más agradable para el Valencia. A pocos metros de la frontal del área del Lyon recibió de Piatti y le pegó fuerte para adentro . Ya en tiempo de prolongación, un chut interior de Lacazette, tocando el balón en Abdenour, se fue, una vez más, al larguero.

Los galos salieron a dominar, a gobernar, a profundizar de forma decidida en el segundo tiempo. Impetuoso arranque que apuró a los de Nuno, que se replegaban y sufrían para solventar los empujones del Lyon, siempre guiado por Valbuena, menudo de talla, gigante en calidad, con gestos de jugador de fútbol sala . La respuesta del Valencia fue a la contra, pero sin ideas claras.

Mantuvieron ambos equipos buen nivel de intensidad. El Lyon buscando la grieta hacia la portería de Jaume Doménech. Ajustó al máximo la guardia pretoriana el conjunto español. Apretar los dientes y sacar músculo para evitar que el resultado se escapara , pues en su proyección ofensiva, el Valencia no conseguía hilvanar nada aprovechable. La constancia francesa se formuló en el tiempo de prolongación con una oportunidad clarísima. Tolisso lanzó duro, pero se encontró con Jaume Doménech, que resolvió otro paradón .