Fabra piensa en Elena Bastidas como relevo de Rus si éste dejara la política

Ayer se afanó en insistir en que todo lo publicado hasta la fecha es un «complot» contra su persona , y que cuando llegue el día 25 de abril «dirá de dónde viene». No lo hará antes para «no dañar a mi partido».

Rus, hasta la jornada de ayer, siguió transmitiendo a los suyos que luchará para demostrar que las presuntas irregularidades cometidas por Marcos Benavent al frente de la empresa pública nada tienen que ver con él. Ese planteamiento no ha variado y así se lo transmitió el pasado sábado en persona al presidente de la Generalitat y de los populares valencianos, Alberto Fabra, cuando éste se trasladó desde Alcoy hasta Xàtiva para mantener una reunión .

El presidente del PPCV ayer aseguraba estar «muy tranquilo» en referencia a las grabaciones que Esquerra Unida afirma haber pasado a la Fiscalía. «No conozco a Marcos Benavent, no le pongo ni cara, así que Esquerra Unida me da poco miedo, como a mucha gente en el PP».

Ahora bien, después de los formalismos de cara al exterior, no es menos cierto que Fabra ya está pensando en quién puede liderar la Diputación de Valencia si finalmente Rus da un paso atrás, antes o después de las elecciones del 24 de mayo. Si el PP retuviera la mayoría necesaria para presidirla, el líder del PPCV querría que fuera la alcaldesa de Alzira y presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Elena Bastidas, quien tuviera esa responsabilidad. Es la apuesta de Fabra, aunque Bastidas no lo ha buscado.

En segundo término, el alcalde de Gandía, Arturo Torró, quien tiene una gran relación con Rus, se ha postulado abiertamente para poder presidir la corporación provincial siempre que éste no quiera seguir en el cargo. Torró ya ha trasladado esta posibilidad a Rus, por lo que tampoco existe deslealtad, aunque el primer edil de la ciudad ducal no es el favorito en el Palau.

Estas hipótesis se sustentan sobre la base de un eventual abandono de Rus, que hasta ayer no estaba sobre la mesa, aunque el propio alcalde de Xàtiva reconoce el desgaste personal y familiar que está soportando.