Una genialidad de Fariña hunde al Elche

En Riazor, bajo una incesante lluvia, el Deportivo salió contra el Elche a buen ritmo. Le metió revoluciones al partido de inicio. Al nivel de hace siete jornadas, cuando recibió al Valencia, con Víctor Fernández en la picota, con ansiedades y un fútbol depresivo. Derribaron a los valencianistas (3-0) con solvencia, pero desde entonces no sabían lo que era ganar. Tres empates y tres derrotas. Y recibieron a un rival directo, por aquello de la permanencia, y de escapar de la angustiosa carrera a la que obliga la salvación. Los ilicitanos tampoco andan finos. Y su radiografía era la misma. Desde que ganaron por 2-1 al Español siete jornadas atrás, lo que sobrevinieron luego fueron tres igualadas y otras tantas derrotas. Unos y otros, arrancaron con los mismos diez puntos a la cola de la Liga.

Pero quiso más el Deportivo en el primer acto. Bien plantados. Dinámicos. Activos en las acciones divididas. Buscaron profundizar por los costados con José Rodríguez y Cavaleiro. En proyección, el área de Tyton, quien, primero, vio como un centro de Cavaleiro por la izquierda lo remató de cabeza Toché y se fue fuera muy cerca del palo, y, al poco, el mismo delantero cabeceaba de nuevo un centro por la derecha de Juanfran, que obligó al meta ilicitano a estirarse. Los de Fran Escribá procuraron aguantar el arreón deportivista, que más que el balón controló el juego, y buscó las contras y la velocidad de Jontahas y Garry Rodrigues.

Pero camino del ecuador del primer tiempo, una nueva llegada al área visitante de los coruñeses se concretó con un pase hacia Fariña, que con un movimiento de cintura se hizo el hueco necesario para golpear con la derecha de rosca y meter el balón por la escuadra el palo largo de Tyton. Mandó el Deportivo, que buscó el segundo, mientras a los ilicitanos se les vio laxos y faltos de ideas en su juego.

Quería el Deportivo resolver pronto el negociado con el Elche. Apretar los dientes y buscar la meta de Tyton y evitar que los de Escribá pudiesen revolverse y replicar. De hecho, la primera ocasión peligrosa del segundo acto la volvió a tener el equipo local. Con Tyton batido, el balón iba hacia Toché en el área pequeña, pero el barró lo frenó y se alió con los ilicitanos. Estos por fin decidieron dar un paso adelante en el partido. Acelerararon y se estiraron hacia la portería de Fabricio, que tuvo que aparecer para frenar los intentos de Jonathas.

Se alcanzaba el minuto 70 cuando una contra deportivista se resolvió con un pase de la muerte y el remate de José Rodríguez, cuyo chut lo cortó a un metro de la línea de gol Cisma. En el segundo acto, la alternancia de mando en el juego y de oportunidades dejaba un encuentro más abierto, con emoción, con ritmo hasta el final. Tembló la escuadra de la portería del Elche cuando, de nuevo, José Rodríguez sacó un derechazo brutal desde fuera del área que se estampó en la madera.

Apretaba el conjunto de Víctor Fernández, pero los de Escribá, que querían al menos empatar, no bajaron los brazos. Fabricio se erigió salvador deportivista en sendas oportunidades casi consecutivas del Elche. Fajr, primero, y Enzo Rocco, después, buscaron portería desde dentro del área coruñesa a poco del final. Susto para los locales, que vieron cómo sus rivales apuraban hasta el último suspiro, pero sin alcanzar premio.