Perfil: Baldoví, al desnudo

El episodio del «striptease» de este miércoles en el Congreso jalona una trayectoria que comenzó el día que fue a recoger el acta de parlamentario en bicicleta y tuvo que mostrar su credencial a la Policía Nacional para poder acceder al Parlamento. Desde ese momento ha protagonizado sonoros enfrentamientos con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, marcados siempre por la estrategia del efectismo.

Uno de ellos se produjo en la misma toma de posesión del jefe del Ejecutivo, quien le espetó aquello de que «a ver si se cree que los demás venimos de pata del Cid», cuando Baldoví expuso en la tribuna de oradores sus «orígenes humildes».

En el último debate sobre el Estado de la Nación, el presidente del Congreso, Jesús Posada, se vio obligado a llamar la atención a Baldoví por su vocabulario «poco adecuado» -repitió en varias ocasiones el término «que se jodan»- y por salirse del guión del pleno, al comparecer en el atril con varios sobres con los que pretendía hacer alusión al «caso Bárcenas ».

De su etapa como alcalde, Baldoví ha dejado como legado el Ayuntamiento con las cuentas más opacas de la Comunidad Valenciana, de acuerdo con el informe de la Sindicatura de Cuentas. Sueca no ha entregado en tiempo y forma sus cuentas desde 2006. El hoy parlamentario nacional de Compromís-Equo alcanzó la vara de mando en virtud de un acuerdo con los socialistas e Iniciativa (antes Esquerra Unida).