Las manadas de lobos crecen un 20 por ciento en una década en Castilla y León

De hecho, ese informe apunta a que desde el anterior estudio, que se realizó en 2001, el número de manadas ha aumentado un 20 por ciento en Castilla y León, hasta llegar a las 179 contabilizadas en la actualidad, con 1.600 ejemplares. Arranz señaló que en la parte norte del Duero se ha pasado de 132 «familias» a 152 (20 más), mientras que en la parte sur, donde su asentamiento había sido inferior en los últimos tiempos, también «ha crecido», pasando de 17 a 27 grupos establecidos. Por este motivo, valoró especialmente que los cánidos también hayan cruzado el cauce que hasta hace años hacía de frontera e incluso tengan una presencia permanente, pues precisamente «uno de los retos del Plan del Lobo» era la expansión a la zona sur «para que volviesen a ocupar zonas como Extremadura, Madrid o Castilla-La Mancha», de las que prácticamente había desaparecido.

El estudio llevado a cabo por más de 650 profesionales «ha analizado el cien por cien del territorio de Castilla y León», lo que supone haber inspeccionado a pie más de 51.200 kilómetros. Un informe «que tendrá continuidad con un censo nacional» y por el que se estiman que en toda la Comunidad «habrá unos 1.600 lobos».

El director general de Medio Natural destacó el reconocimiento que han recibido de la Unión Europea por «haber hecho el estudio poblacional del lobo más importante del continente», con datos sobre la población del lobo que «siempre traen mucha polémica», ya que unos «critican que los inflamos para poder cazar más» y otros «que lo reducimos para hacer menos controles de población». En este sentido, el censo ha contado con la participación de la Consultora de Recursos Naturales, cuya labor ha estado coordinada por Mario Sáenz de Buruaga, quien ha reivindicado su «independencia».

El estudio que recoge «por cuadrículas» las zonas donde se producen mayor concentración de lobos» ha sido completado «a través de rastreos, vigilancia desde estaciones observación y escucha, y mediante la recogida de otras informaciones como pueden ser avistamientos». Un trabajo «difícil» ya que, como reconoció Sáenz de Buruaga, los lobos «son una especie huidiza».

Arranz también apuntó que de cara al futuro se actualizará el censo de manadas cada cinco años para «la planificación cinegética al norte del Duero», así como «los seguimientos poblacionales al sur».