Ávila se echará a la calle para despedir «con cariño» a Adolfo Suárez

El funeral y posterior entierro está previsto alrededor de las 13 horas y será presidido por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo. Desde Madrid , el féretro será recibido en la Escuela Nacional de Policía, desde donde lo escoltarán agentes de la Policía Municipal hasta la Catedral. El recorrido oficial previsto será el siguiente: avenida Juan Carlos I, Paseo Don Carmelo, avenida de Portugal, calle San Segundo y plaza de la Catedral.

La Catedral puede acoger en su interior entre 3.000 y 4.000 personas, pero si en el interior del templo se esperan muchas personas, el recorrido que realice el cortejo fúnebre también contará con la presencia de muchos abulenses, desde que una patrulla de la Policía Local de Ávila escolte al féretro hasta la Catedral.

Lo hará desde las puertas de la Escuela Nacional de Policía, cuya ubicación en Ávila el mismo Suárez impulsó en su día, convirtiéndose en la actualidad en una de las más importantes del mundo.

También ayer fueron exhumados en el convento de Mosén Rubí los restos de la esposa de Adolfo Suárez, donde fue enterrada en 2001, siendo trasladados en un vehículo a la Catedral, donde llegaron en torno a las 10.45 horas para ser depositados en la tumba donde hoy reposarán con los de su marido.

El féretro fue introducido en la Catedral por la Puerta de los Apóstoles, acompañado por varios amigos de la familia entre los que se encontraban Fernando Alcón, con su mujer y su hijo, así como por el Marqués de Fuente El Sol, José María de la Figuera, presidente del Patronato del que depende Mosén Rubí, informa Efe.

La ciudad de Ávila también colocará una placa conmemorativa en la vivienda en la que residió en su juventud, situada en un edificio del número 1 de la calle Enrique Larreta, en el casco histórico de la ciudad. Se trata de un proyecto que se aprobó en el año 2009, a iniciativa de la comunidad de vecinos de este inmueble, con ocasión de una rehabilitación que se hizo al cumplir el edificio cien años, tal como se recuerda en la entrada del edificio.

Sin embargo, la comunidad de propietarios no colocó la placa, según explicaron fuentes municipales, razón por la que el Ayuntamiento de Ávila retomó la iniciativa el año pasado. El proyecto se enmarca en una iniciativa turística que ha planteado colocar placas dedicadas a personajes históricos relacionados con la historia de Ávila en lugares emblemáticos vinculados a ellos.

Las muestras de dolor y gratitud se sucedieron ayer por cada uno de los rincones de Castilla y León. A los minutos de silencio y el luto oficial, algunas ciudades quisieron dar un paso más y se comprometieron a que el nombre de Suárez quede indeleble en sus calles. Es el caso de Salamanca, donde su alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, anunció ayer que la ciudad dedicará el nombre de una glorieta al ex presidente abulense en reconocimiento a este político vinculado a Salamanca, ya que fue en su universidad donde cursó estudios de Derecho.

Aunque la ubicación está aún por decidir, el alcalde precisó que será una de las nuevas glorietas que se prevén construir dentro del plan de movilidad en el centro o cercana al centro de Salamanca y de este modo, quedará vinculado a la historia de la ciudad «para siempre». Fernández Mañueco aseguró que se trata del «mejor reconocimiento» que podría hacer Salamanca al primer presidente de la democracia, sin perjuicio de celebrar otro tipo de homenajes a su persona, con el consentimiento de su familia.

De igual forma, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, anunció que el Ayuntamiento propondrá esta semana otorgar el nombre de Adolfo Suárez, fallecido este domingo a los 81 años, a una de las avenidas principales de la ciudad. Lacalle confió en lograr el consenso de todos los grupos políticos en esta iniciativa, con la que se pretende homenajear a un hombre que «ha entrado por derecho propio en la Historia».

«Es el momento de reconocer todo el trabajo que hizo en aquellos años», aseveró el primer mandatario burgalés en declaraciones recogidas por Ep, antes de señalar que «no siempre se reconoció su labor». Aunque por el momento no existe un emplazamiento concreto al que conceder el nombre de Adolfo Suárez, Lacalle anticipó que será una avenida o vía principal de la capital burgalesa.