Benavente vuelve a cumplir con el Toro Enmaromado

‘Cortador’, astado de la ganadería burgalesa de Antonio Bañuelos , no salió inmediatamente del toril al sonar la tercera bomba que, desde las siete de la tarde, anunciaba cada cuarto de hora el inicio de la carrera del toro enmaromado. Se hizo el remolón durante unos segundos para emprender un trote ligero acompañado y dirigido por un centenar de mozos.

Al toro se le presumía una fortaleza especial, no en vano corresponde al tipo conocido como ‘toro del frío’, por criarse en unas condiciones climáticas duras, en comparación con toros de otras latitudes con climas más amables.

El clima también fue protagonista en Benavente, ya que una molesta llovizna precedió la salida de ‘Cortador’ del toril y también durante parte del trazado por las calles benaventanas. La Agencia Estatal de Meteorología había previsto un cinco por ciento de probabilidad de lluvia y los cielos respondieron contra el pronóstico del 95% de posibilidades de que no lloviera. La consecuencia fue que el pavimento quedó más resbaladizo de lo aconsejable para este tipo de fiestas populares, no sólo para los corredores sino para el propio toro.

‘Cortador’ cubrió a buen ritmo el primer tramo de la carrera, llegando en apenas seis minutos a la primera argolla, ubicada en la plaza de Santa María , cumpliendo con las mejores expectativas, según la media estudiada que habían realizado los mejores toros enmaromados.

El astado sufrió un resbalón en la plaza de la Madera y los corredores temieron que hubiera resultado dañada su pata derecha, aunque mantuvo la marcha durante varias calles más. No obstante, Cortador bajó ostensiblemente su ritmo respecto al tramo inicial y tuvo que recibir varios votos de confianza, cubierta la mitad de la carrera, entre breves arrancadas en las que apenas avanzaba unos metros y ante la desazón del centenar largo de mozos que sujetaban la maroma.

Las numerosas interrupciones en la carrera y el lento paso que empezó a mostrar hacían presagiar lo peor, ya que pasadas las 20.40 horas, el animal no había llegado todavía a la plaza de los Leones, donde sólo “marcó” la argolla.

Pocos minutos después, la Comisión de Fiestas determinó que, para evitar que el toro estuviera más tiempo del necesario por las calles de Benavente, era preciso acortar el recorrido por la calle del Agujero de San Andrés hacia el destino final en el matadero.

Mientras ‘Cortador’ se dirigía hacia su destino final, la muchedumbre gritaba enfervorecida ‘toro, toro, toro’, como ya había hecho 50 días antes en la fiesta de la Veguilla. Por aquel entonces, el alcalde, Saturnino Mañanes, concedió desde el Ayuntamiento de Benavente el que sería el astado que cerraba hoy el círculo del festejo. Varios mozos se cayeron sin consecuencias en los últimos metros, justo antes de acceder al matadero.

Los presentes aguardaron el momento en el que sonó, a las 20.47 horas, la última bomba de la tarde, signo de que había sido sacrificado ‘Cortador’, el toro enmaromado de 2013. En ese mismo instante, comenzó una nueva cuenta atrás, con el Toro Enmaromado de 2014 en la mente de los benaventanos.