agua mineral
Fuente de recursos
Con 18 plantas embotelladoras y un volumen de distribución que ha crecido un 40% desde 2005, Castilla y León apuesta por un sector «ajeno a deslocalizaciones»

Castilla y León tiene zonas con un elevado potencial, no sólo desde el punto de vista de la calidad y variedad de sus aguas minerales, sino también desde una perspectiva turística vinculada a este sector. Un potencial que ha sido y es objeto de inversiones por parte de diferentes empresas que giran en torno al aprovechamiento de este recurso natural que no admite «deslocalizaciones» y que contribuye a fijar población.
Por lo que respecta a la producción de aguas minerales en España, representa tan sólo el 0,02% de los recursos hídricos subterráneos, cifra que a primera vista puede parecer poco representativa pero que acapara a un centenar de empresas -de las que cerca del 20% están ubicadas en Castilla y León- que dan empleo directo a 5.000 personas, según las cifras que maneja la Federación Europea de Aguas Envasadas (EFBW). «Se trata de un sector dinámico que arroja una facturación anual cercana a los 900 millones de euros y que produce 5.027 millones de litros de agua», informan. «A escala mundial, se mantiene, en términos generales, un crecimiento sostenido provocado por la demanda de un consumidor cada vez más interesado en procurarse un mayor bienestar y en cuidar su salud consumiendo productos auténticamente naturales y saludables», aseguran. Según EFBW, España se sitúa como cuarto país de la UE en términos de producción de agua mineral, por detrás de Alemania, Italia y Francia, y tercero en consumo, tras Italia y Alemania.
Por tipos de aguas envasadas, el 96% de la producción corresponde a las aguas minerales naturales; el 2%, a las de manantial y el resto a las potables preparadas. Las aguas sin gas representan el 96% de la producción, mientras que las aguas con gas acaparan el 4% restante.
En cuanto a las cifras que mueve este sector en Castilla y León, los últimos datos facilitados por la Consejería de Empleo de la Junta de Castilla y León sitúan las plantas de envasado de agua mineral en 18. Un negocio que ha conseguido distribuir 715 millones de litros de agua el pasado 2011 -un 40% más que en 2005, cuando se distribuyeron 505 millones de litros-, que ha facturado más de 100 millones de euros y genera más de 360 empleos directos. Muchas de ellas ubicadas en zonas de montaña, contribuyen a crear riqueza y empleo en zonas con escasos recursos empresariales, con el aliciente de que no sufren deslocalizaciones ya que ese recurso natural no puede «trasladarse» a la búsqueda de una mayor rentabilidad.
La provincia que cuenta con más plantas embotelladoras es León: Pascual Nature, Agua del Teleno, Manantiales de León y Carrizal y San Andrés (I y II). Sólo aquí hay una cuarentena de aguas con solicitud de declaración en marcha y quince más que ya cuentan con ella, sin olvidar hasta treinta puntos donde existen indicios históricos. Salamanca cuenta con tres envasadoras (Don Pepe JM, San Joaquín de Buelnos y Babilafuente) y cinco aguas catalogadas. En Zamora trabajan Agua Sierra de Sanabria y Aguas de Calabor, además de las cinco aguas declaradas. De Segovia proviene el agua embotellada para Bezoya Trescasas y Bezoya Ortigosa, mientras que en Burgos son reconocidas las embotelladoras de Santolín y Corconte, donde además funciona un balneario. Palentinas son las marcas Aquadomus y Agua de Lebanza, soriana la de Montepinos y abulense la de Fontedoso. De momento, la única provincia de Castilla y León que no tiene ninguna empresa de este tipo es Valladolid, donde hasta los años 90 funcionó Castrovita, una planta que las autoridades sanitarias obligaron a cerrar por la alta concentración de nitratos.
A las empresas embotelladoras hay que sumar las que se dedican explotar el agua y sus propiedades naturales y terapéuticas como recurso turístico. El número de personas que han visitado las alrededor de 1.600 instalaciones de balnearios y spas de España cayó una media de un 15% durante 2011 al igual que lo hizo el descenso del gasto medio en un 22%, según los datos que maneja la Asociación Española de Balnearios Urbanos y Spas, aunque este sector considera que esta caída «no es preocupante» ya que la crisis económica se ha notado, sobre todo, en el freno en la construcción de estos establecimientos».
En Castilla y León, en total hay 18 balnearios repartidos por toda la Comunidad que han facturado cerca de 19 millones de euros en 2011 y han generado 280 puestos de trabajo, informan desde la Consejería de Economía. Unos establecimientos que han conseguido superar las 300.000 pernoctaciones. En estos lugares hoy se ofrecen muchos servicios y tratamientos dotados de las últimas técnicas encaminadas a mejorar las condiciones físicas, potenciar la relajación y la dermoestética.
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