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Jugar con el fuego
En los últimos meses ha habido varios incendios en núcleos de población de la provincia de León –el último hace tan sólo unos días- y los bomberos del parque de la capital no han acudido a la llamada de auxilio alegando que no es su competencia. Estos incendios han causado importantes daños materiales, pero afortunadamente no ha habido ningún tipo de desgracias personales. Pero llegará en un día que habrá víctimas en uno de estos incendios en un pueblo de la provincia y entonces se armará un escándalo mayúsculo sobre por qué los mejores profesionales de la provincia no atendieron la llamada de auxilio.
El problema realmente es muy antiguo. Los bomberos de la capital alegan que su competencia es exclusivamente municipal y que nadie les paga las salidas fuera de la capital. En Diputación miran hacia la Junta de Castilla y León, administración que, al parecer, es la competente en prestar este tipo de servicios. Pero el consejero de Fomento, Antonio Silván, argumenta que su responsabilidad es sólo en materia ambiental, es decir que sus bomberos acuden a apagar fuegos en el monte pero no en las casas de los pueblos. Y, por supuesto, los municipios pequeños no tienen dinero ni recursos humanos para mantener sus propios camiones de bomberos. En definitiva, todas las administraciones tienen excusas para justificar su falta de respuesta a una necesidad básica. Lo dicho, ¿qué pasará cuando en uno de estos incendios en un pequeño pueblo haya víctimas mortales?
Infinidad de veces se ha hablado de crear parques comarcales de bomberos o, incluso, dos grandes superparques, uno en Ponferrada y otro en León, pero desde hace años no se ha avanzado nada. Y los bomberos de León, cansados ya de ser los apagafuegos gratuitos y solidarios de toda la provincia se han cansado y se niegan a salir fuera del término municipal, entre otros motivos porque los recortes han afectado también al mantenimiento del material y a la plantilla, cada vez más ajustada y envejecida. Y porque, además, podría darse el caso de que por acudir a un incendio en un punto alejado de la provincia se dejase indefensa a la ciudad de León ante otra emergencia.
Quienes tienen que dar la respuesta son los políticos, los cuales deben consensuar una solución rápida y eficaz. Ahora desde la Junta andan enredados en la reforma de las competencias administrativas para ganar en eficacia y abaratar costes. Pues aquí tiene la Junta un tema urgente por dónde empezar. Qué mejor que definir las competencias en materia de incendios urbanos para demostrar la voluntad real para llegar a acuerdos. ¿O hay que esperar a que haya un muerto?
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