El paraíso fiscal de Pujol trae a Canarias casi 60 millones en 15 años

Las Islas Vírgenes, alrededor de 40 y con menos de 30.000 habitantes, constituyen uno de los paraísos fiscales más reputados (si ello es posible) del mundo. Este miércoles, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz dio a conocer por medio de un auto su intención de investigar a Oleguer Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, por la compra de un hotel en Canarias con dinero (poco más o menos de ocho millones de euros) procedente del territorio británico de ultramar y de origen incierto. Pedraz ve posibles delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales en la actuación del vástago del que también fuera presidente de Convergencia y Unión (CiU). Esos ocho millones, sin embargo, están lejos de ser los únicos fondos que han llegado a la comunidad autónoma de las Islas Vírgenes.

En los últimos 15 años, esto es, desde 1999, han sido casi 60 millones los que, provenientes del pequeño archipiélago, han terminado en Canarias como inversión, según se desprende de los datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Son exactamente 59.013.000 euros los que la frenética actividad dineraria de las Vírgenes ha dejado en las Islas. No en vano, Canarias figura entre los destinos de inversión preferentes del territorio británico: solo la Comunidad de Madrid (prácticamente 200 millones de euros), Andalucía (más de cien) y Baleares (99 millones) se han atraído más fondos que la región atlántica procedentes del paraíso fiscal por excelencia. Cabe puntualizar, eso sí, que la mayor parte de este dinero no tiene en las Islas Vírgenes al titular directo de la inversión.

La estadística del organismo dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad permite comprobar cómo los susodichos 59 millones de euros se quedan entonces en menos de 14,5 millones. Esto significa que solo en las inversiones que suman esos 14,5 millones han figurado las Vírgenes como país en el que radica el inversor; en el resto, el dinero llega de terceros países (el titular directo de la inversión está radicado en ellos), pero en la operación subyace el territorio británico como verdadero origen. Basta con subrayar que son alrededor de 800.000 las sociedades offshore (operan en otros países pero se aprovechan de su régimen fiscal) que se localizan en las Vírgenes.