Explosivas críticas de Guerra en su salida del consejo de la Televisión Canaria

El consejero dimisionario elevó este lunes a la presidencia del Parlamento del Archipiélago, que ocupa Antonio Castro, un escrito en el que expone su renuncia y los motivos que le han llevado a tomar la decisión. Guerra explica que su salida del cargo obedece a la «imposibilidad» de cumplir las obligaciones que la ley que regula la RTVC determina para el consejo de administración y sus integrantes. El hasta este lunes portavoz de NC en el ente público recuerda que el consejo de la radiotelevisión es el órgano que posibilita la organización y el control parlamentario de la actividad de la RTVC, un órgano, agrega, que viene sufriendo en los últimos años un «bloqueo institucional» ya sabido por la sociedad canaria. «Sin embargo, la situación de los últimos meses es absolutamente insostenible», remarca el exconsejero en su escrito, que la propia NC dio a conocer este martes.

Guerra ahonda en esa situación y relata que el consejo de administración sigue convocándose, pero solo «formalmente», ya que la imposibilidad de llegar al quórum impide que este pueda siquiera constituirse. De los ocho componentes que la Cámara de la región eligió en su día, quedaban en funciones (incluido el dimisionario) cinco de los designados en las legislaturas V y VI: «Es el único órgano colegiado del Parlamento de Canarias que no ha sido renovado». Un «déficit democrático» que Guerra achaca indistintamente a CC, PSC-PSOE y Partido Popular (PP).

El representante de NC recuerda también la reciente dimisión del nacionalista José Manuel Bermúdez y cómo las dos plazas del PSC-PSOE están desocupadas desde 2009. Es precisamente a CC y al de los socialistas, como partidos que apoyan al gobierno de Rivero, a quienes responsabiliza de que el consejo no pueda cumplir sus obligaciones legales: «Ello es hoy imposible, porque algunas fuerzas políticas, ya sea por acción (Coalición Canaria) o por omisión (Partido Socialista de Canarias), impiden, bloquean y obstruyen la normalidad institucional». Guerra incluso atribuye «conductas tramposas y no democráticas» a ambas organizaciones, unas pretendidas conductas con las que intentan, dice, que el consejo «no cumpla las funciones de fiscalización y control».

El dimisionario añade que los socios han «propiciado» o «permitido» que García lleve la gestión de la RTVC «al servicio» de Rivero y de su gabinete . Guerra pone como ejemplo lo que ocurrió en la sesión del último 12 de junio, en que debía abordarse una propuesta de resolución que solicitaba al Ejecutivo canario la destitución del director general. Y ocurrió que la ausencia de los consejeros de CC impidió tratar el asunto, ausencia que se produjo «a pesar de haber confirmado su presencia».

En su escrito, el exconsejero puntualiza que su renuncia supone también una «denuncia» de la inacción del propio Parlamento y de los grupos mayoritarios (PP, CC y PSC-PSOE), que «no han tenido la voluntad de velar por el interés general para que el consejo de administración cumpliese el papel que la ley le asignó».