de lejos
¿Por qué Netanyahu puede volver a la casilla de salida con ayuda de Irán?
Todo apunta a que la respuesta de Teherán al ataque israelí contra sus hombres no será simbólica
La rebelión de los Lores
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Al cumplirse seis meses de la guerra contra Hamás, la más larga para Israel desde los años ochenta, el balance no puede ser más desalentador. Los brutales errores cometidos por el Gobierno de Netanyahu han dañado gravemente la legitimidad de Israel y cuestionado su ... derecho a defenderse. Al incumplir sistemáticamente sus obligaciones humanitarias, la campaña ha acumulado 33.000 palestinos muertos y más de 200 víctimas mortales entre los voluntarios de organizaciones como la que lidera el chef español José Andrés.
En la franja de Gaza, la sangre sigue corriendo, el hambre se ha convertido en parte del paisaje y toda la infraestructura sanitaria y educativa ha colapsado, física y metafóricamente. Hamás no ha sido erradicado, las negociaciones indirectas no han logrado ni una tregua temporal que sirviera como preludio a un alto el fuego permanente ni tampoco liberar los 130 rehenes israelíes en las catacumbas de Gaza.
La sangrienta gestión de este conflicto, sospechosamente alargado sin necesidad para la supervivencia política de Netanyahu, ha llegado hasta el punto de forzar un ultimátum sin precedentes por parte del Gobierno de Estados Unidos. El aliado indispensable -y generalmente incondicional- de Israel ha amenazado con dejar de serlo sin cambios sustanciales en la guerra, por mucha incierta retirada de las tropas desplegadas en el sur de la franja de Gaza.
Hoy martes acaba el ramadán y todo el mundo está pendiente de la respuesta de Irán al ataque israelí contra su embajada en Damasco, en el que murieron oficiales implicados desde hace años en armar y dirigir fuerzas subrogadas en Gaza, Líbano, Siria, Irak y Yemen como parte de todo un intenso conflicto no declarado en el que el régimen de Teherán aspira a desestabilizar Oriente Próximo, prolongar la dinámica de confrontación iniciada hace 76 años y, si es posible, destruir al Estado judío. Todo apunta a que, esta vez, la respuesta de Irán en esta «guerra entre guerras» no va a ser precisamente simbólica. Entonces, Netanyahu ganará legitimidad, respaldo y fuerza para volver a la casilla de salida.
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