La OTAN intenta rearmarse e invertir en inteligencia artificial
Los ministros de Defensa aliados acuerdan desarrollar sus capacidades defensivas en nuevas tecnologías

Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron ayer que la organización va a desarrollar sus capacidades militares en el campo de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, además de desempolvar las armas nucleares como un factor diosuasivo para hacer frente a las ... nuevas amenazas globales.
Después de tratar de pasar un paño caliente sobre las heridas de la debacle en Afganistán, la Alianza Atlántica ha acordado apostar de forma masiva por el desarrollo de la inteligencia artificial para hacer frente a lo que el secretario general Jens Stoltemberg definió como un panorama en el que «nuestro entorno de seguridad continúa deteriorándose», especialmente en lo que se refiere a la actitud de China y Rusia. Los aliados hablaron también de la nueva doctrina en materia de armamento nuclear que va a adoptar Estados Unidos, en un contexto en el que el secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin, dijo que Washington no busca un conflicto abierto con China. No obstante, advirtió que seguirá apoyando militarmente a Taiwán ante el acoso de Pekin.
El desarrollo de esa nueva categoría de elementos defensivos de la inteligencia artificial se ha concretado en la forma de una declaración de intenciones por parte de un grupo de países que aportarán un total de mil millones de euros para financiar un fondo de innovación mientras que los demás aliados, entre los que están Estados Unidos, Francia, España, Canadá o Turquía, aportarán «proyectos aceleradores» y una serie de centros de pruebas y de aceleradores industriales para el desarrollo más concreto de estas tecnologías. La nueva estrategia va a ser confirmada en la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno que se celebrará en España concidiendo con el 40 aniversario de su ingreso en la organización.
El secretario general insistió en que este viraje tecnológico permitirá «aprovechar mejor la innovación civil para nuestra seguridad y fortalecer el vínculo tecnológico entre Europa y América del Norte» porque «todos necesitamos asegurarnos de que los aliados puedan operar las diferentes tecnologías sin problemas, entre sus fuerzas y entre ellos». Todo esto forma parte de la primera estrategia de inteligencia artificial de una alianza militar que ha sido derrotada en un país subdesarrollado por una pandilla de guerrilleros mal armados, pero que descubre de repente que la verdadera amenaza puede venir por parte de Rusia, algo conocido, o de China, que hace tiempo que ha tomado la delantera a Occidente en este campo. Hasta ahora la experiencia ha sido la contraria, que las masivas inversiones en tecnología militar han acabado desarrollando aplicaciones determinantes en el campo civil. La más importante de ellas ha sido internet. Ahora parece que la brecha tecnológica con China es tan grande que la OTAN espera poder beneficiarse de los desarrollos civiles para reforzar sus posiciones militares.
El mensaje fue escuchado claramente desde Pekin, donde han seguido especialmente las últimas posiciones de Estados Unidos respecto a Taiwán. Un portavoz del Gobierno chino pidió ayer mismo «cautela» a los norteamericanos «tanto en sus palabras como en sus actos» pero advirtió que «nadie debe subestimar la capacidad de China para salvaguardar su soberanía».
Austin comentó que en estos momentos nadie quiere que Taiwán y China «lleguen a las manos» y que ahora mismo existe «un creciente interés» en aliados y socios para trabajar en la región indopacífica y que la zona continúe «siendo libre y abierta para que el orden internacional basado en normas siga en vigor allí». Austin se refería a la alianza que ha firmado recientemente Estados Unidos con Australia, bautizada como AUKUS , y de la que formalmente no se ha hablado en esta reunión de ministros de Defensa, aunque ha estado presente en los gestos destinados a tratar de reducir las tensiones con Francia. Fuentes diplomáticas explicaron que entre Paris y Washington el ambiente se ha recuperado después de la conversación del presidente Emmanuel Macron con su colega norteamericano Joe Biden, aunque las heridas con Australia «tardarán más en restañarse». El resto de los aliados ha contribuido a eclipsar las fuerrtes relaciones de cooperación que aún existen entre la OTAN y Australia, precisamente para hacer más cómoda la posición de Francia.
Igual que el tema de Taiwán es «innegociable» para China, el de la posible integración de Ucrania en la OTAN es un asunto inaceptable para Rusia. Puesto que Lloyd había estado en Kiev antes de venir a la reunión de Bruselas, Moscú ha vuelto a advertir que la perspectiva de que este país fuera aceptada como miembro de la Alianza lo considera «una amenaza». Stoltemberg negó que hubiera cualquier intención de provocar al régimen de Putin, pero también negó legitimidad a Moscú para decidir sobre la entrada o no de Ucrania en la organización. «La OTAN es una alianza defensiva y corresponde a Ucrania y a sus 30 aliados decidir cuándo Ucrania está lista para unirse a la Alianza. Ningún otro país tiene derecho a intervenir ni a tener voz en ese proceso porque Ucrania es una nación soberana e independiente. Y las naciones soberanas e independientes tienen derecho a elegir su propio camino. Y por lo tanto, depende de Ucrania decidir que aspiran a ser miembros de la OTAN. Y luego, por supuesto, los 30 aliados decidirán si está lista y cumple con los estándares de la OTAN. Lo que hemos visto es que la ampliación de la OTAN en las últimas décadas contribuyó realmente a la paz, la estabilidad en toda Europa y, por lo tanto, no hay forma de que Rusia deba temer o tener derecho a intentar vetar o impedir que una nación soberana se una a la alianza».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete