«Lázaro de Tormes», un personaje embrujado

Ya dijo el pícaro de Tejares que los hombres somos de la casta de las gallinas ponedoras, que si queremos hacer algún bien lo gritamos y cacareamos. Fernán-Gómez y García Sánchez han hecho muy bien en darle un baño de Siglo de Oro con capa gruesa a esa aleación frecuentemente ligera llamada cine español. Y no sólo no lo han cacareado sino que lo han empollado amorosamente y les ha salido de yema y pico.

Haciendo elipsis sobre la rémora que siempre suponen los rodajes accidentados, los autores de este Lazarillo han cribado con fundamento las andanzas originales, privándonos de alcahuetas, bulderos y viajes y vaivenes, cogiendo el rábano por las hojas y plantando el trípode en el corazón castellano. Segundo acierto: meter en la batidora cinematográfica las páginas incunables y, a diferencia del estimable «Lazarillo de Tormes» de Ardavín (1959), hacer ensalada de géneros sui generis —western, cine judicial, biopic y hasta cine social— sin que los «flash back» agríen la salsa.

Aunque, además del huevo, lo más sabroso de esta ave de corral son las plumas. Toda la ficha técnica merece sombrerazo: desde la fotografía color cebada de Javier Salmones hasta los pespuntes musicales a lo De la Encina de Roque Baños, pasando por los otros pespuntes (roperos) de Javier Aretiñana o los títulos de crédito dignos de libro con encuadernación de lujo. Pero es que la ficha artística es de vuelta al ruedo: Paco Rabal recién salido de una litografía de Lorenzo Goñi, José Lifante que diríase saltó desde las páginas del «Buscón» a éstas, la lengua de trapo de Agustín González, la garganta quebrada de Francisco Algora, el cielo del paladar de Beatriz Rico... y como ser omnisciente, un impagable, inimitable y único Lázaro posible llamado Rafael Álvarez que, más que exorcizar el personaje, le roba la piel, el hueso y hasta el alma, el muy Fausto, para que, en vez de «anónimo», le done al pícaro la identidad de «embrujado». Y eso, vuesas mercedes, no se paga ni con novecientas pesetazas en taquilla...