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Moda nupcial en la Pasarela Gaudí

Propuesta de Rosa Clará

La moda nupcial para el año que viene no tiene vestidos blancos ni trajes de novia, según las propuestas de Jesús del Pozo y Rosa Clará, los dos diseñadores con los que ha arrancado hoy la Pasarela Gaudí Novias, que este año ha anunciado su edición más internacional y más ambiciosa.

En una sala con sillas vacías, el madrileño Jesús del Pozo ha desgranado una colección poco brillante y sin la chispa que se le pide al vestido que debe convertir a cualquier mujer en la más guapa del mundo el día de su boda, y que ni siquiera se atisbaba en las modelos, excesivamente delgadas y carentes de formas.

Drapeados y plisados en tonos marfil y crudo se han mezclado con vestidos más sencillos en una colección dispar en la que ni siquiera ha destacado la confección, como se podría esperar en un diseñador tan laureado, con tantos años de oficio y uno de los artífices del diseño de vanguardia de los años 80 en España.

Rosa Clará, segunda en el programa, ha sido más osada y ha cambiado directamente el blanco por el rosa apolvado y por el beige en unos vestidos claramente inspirados en los años 50, con muchos escotes en pico y palabras de honor, aunque sin perder el buen gusto con el que debe vestirse una novia cuando da el sí.

Los drapeados y los plisados han tenido un papel importante en la colección, que también ha tenido un cierto aire de lencería, llena de tules de seda natural, muselina de seda, satén de algodón y tafetán de seda lavada para hacerla más suave.

Rosa Clará, que ya cuenta con más de mil puntos de venta en todo el mundo, en tiendas multimedia o de la propia firma, ha cuidado mucho la parte de atrás de los vestidos, con costuras y cortes para conseguir pequeñas colas con mucho movimiento.

En los desfiles de la mañana se ha notado la ausencia de algún responsable que simbolizara el apoyo institucional al certamen, especialmente cuando hace menos de 48 horas desde la Generalitat se hablaba de la importancia que tiene la moda nupcial en Cataluña, y porque ésta es la única pasarela de novias del mundo.

Por la tarde, Devota Lomba, en una colección realizada en exclusiva para Rosa Clará, pero presentada en un desfile individual, ha propuesto una vuelta a lo retro pero con un cierto aire futurista al combinar tejidos como brocados valencianos del siglo XVIII con raso, chantillí y tul y hasta con algún detalle de rafia con brocados.

Para marcar las formas y el pecho utiliza costuras en forma de ola y en general sus propuestas se alejan del minimalismo para acercarse al romanticismo y lo barroco, pero sin estridencias y con una confección que se percibe a lo lejos y se constata en distancias cortas.

Jesús Peiró, María Lluisa Rabell y el sevillano Petro Valverde, que ha pasado a la historia de la moda nupcial española al hacer el traje de novia de la Infanta Elena, han enseñado también sus colecciones.

Valverde combina un amplio abanico de colores fuertes con tejidos selectos y apuesta por bordados artesanales en oro y plata y por la pedrería y por líneas que ensalzan al máximo las curvas femeninas.

Peiró, en su colección "La Novia Dandy", se inspira en el siglo XIX y en el juego masculino y femenino, mientras que María Lluisa Rabell convierte el lujo en una fantasía irónica para fusionar candor y seducción.

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