Vuelve el rey Midas de la moda

Nada es para siempre. Esa lección la aprendió bien Tom Ford cuando, tras vivir sus días de vino y rosas -y valga la metáfora- como director creativo de Gucci e YSL, la empresa decidió prescindir de él. Después de catorce años al frente de la firma italiana, este «divorcio», como él mismo lo definió, le sumió en una «especie de depresión» e incluso admitió que durante los seis meses que siguieron a su marcha abusó «de la bebida, del tabaco, de las píldoras para dormir y los tranquilizantes».
Tras superar el bache, Ford volvió cargado de proyectos, entre ellos dirigir tres películas y lanzar una línea de ropa junto a Lenny Kravitz. Ninguno de ellos se ha materializado, de momento. Pero ayer se anunció que el gurú de las pasarelas ha firmado un acuerdo de colaboración con el grupo estadounidense de cosméticos Estée Lauder para crear una línea de productos de belleza. El primer fruto de esta entente -se trata de la primera vez que la empresa de estética se asocia con un diseñador de fuera de la firma- estará disponible las próximas Navidades. Después, Ford lanzará una «colección» más amplia en la primavera de 2006 y una marca independiente, Tom Ford Beauty, en el otoño del próximo año para crear y comercializar una fragancia y otros productos relacionados.
Este convenio supone el regreso de Ford al mundo del lujo. Como anunció, en sus planes de futuro no estaba volver a la moda -«ahí lo conseguí todo»-, pero sí «regresar de forma diferente». Y así ha sido.
Aunque los términos económicos no han sido revelados, «The New York Post» sostiene que el estilista pidió más de diez millones de dólares por un período de cinco años. Puede incluso que la cifra sea mayor, porque Ford siempre ha sido su mejor representante y su buen olfato para el márketing le precede.
Durante su estancia al frente de Gucci, sus sensuales propuestas y sus provocativas campañas de publicidad hicieron resucitar a la firma de la doble G. En diez años, Ford consiguió que las ventas de la casa italiana aumentaran de 230 millones de dólares en 1994 a cerca de tres mil millones en 2004.
Tras presentar ayer esta alianza, el presidente de Estée Lauder, John Demsey, aseguró que «Tom Ford es un icono de la industria de la moda», de la misma manera que la firma que regenta «lo es de la industria de la belleza. Es una combinación perfecta de lujo, estilo y belleza».
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