Muere una de las lincesas nacidas en cautividad tras una pelea con otro de los cachorros
Brezina, una de las lincesas nacidas en cautividad en el centro de El Acebuche, en el entorno de Doñana, falleció hoy hacia las 00. 15 horas de la noche, tras una pelea con otro de los cachorros.
Como consecuencia de la pelea ha quedado herido el macho, Brezo. Según informó la Consejería de Medio Ambiente en un comunicado remitido a Europa Press, los técnicos han retirado de la zona de reproducción al ejemplar herido para valorar su estado y curar las heridas.
Asimismo, se ha solicitado la colaboración de un traumatólogo especializado en felinos que ha confirmado que no tiene ninguna fractura, aunque presenta magulladuras de pronóstico reservado. La madre, Saliega, continúa cuidando al tercer cachorro, Brisa.
El equipo encargado del Programa de Cría en Cautividad ha decidido no volver a introducir al lince herido en la zona de reproducción para garantizar su completo restablecimiento. En este momento los cachorros están en la fase denominada "peridestete" en la que pueden comenzar a comer alimentos sólidos, por lo que no es imprescindible que sigua junto a la madre.
Los expertos en felinos aseguran que las peleas entre hermanos suelen ser habituales, incluso cuando son pequeños, y hay pruebas de ejemplares, tanto en cautividad como en la naturaleza, que demuestran las agresiones por rivalidad.
La Consejería relató que, en este caso, los cachorros estaban jugando y de repente comenzaron a agredirse los dos más grandes; la madre se dio cuenta de que lo que estaba ocurriendo y corrió hacia ellos para intentar separarles, pero el incidente se produjo con tal rapidez, que no llegó a tiempo. Es muy probable que la muerte se haya producido por mordedura en la tráquea, aunque los datos concretos se conocerán una vez finalizada la necropsia.
El Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía y el equipo del Plan de Cría en Cautividad del Lince Ibérico lamentaron que se haya producido este suceso, pero precisaron ser conscientes de que están trabajando con animales salvajes que tienen sus propias pautas y consideran que es preferible asumir este tipo de riesgos a manipular a los animales.
"Cualquier tratamiento invasivo de la cría conllevaría una serie de graves perjuicios que podrían poner en peligro el éxito del Programa y la futura reintroducción en la naturaleza de los ejemplares que genere", sostuvieron.
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