Adictos al «roasting»
Los futbolistas ingleses protagonizan el tercer escándalo
sexual de la temporada. Las relaciones de varios hombres con una sola mujer machaca la imagen de la Premierl Leeds United y actual técnico del Aston Villa- analice la tempestad bajo este prisma: «Los jugadores británicos deberían preguntarse por qué los extranjeros no se emborrachan, no abusan de sus cuerpos y no emborronan los titulares por mala conducta». Del país europeo con mayor desequilibrio en la conducta de sus habitantes entre el día y la noche llega el penúltimo escándalo futbolero de la temporada. Otra sesión de «roasting».
La traducción equivale al gerundio del verbo asar, y como término único significa «abrasador». Pero en lenguaje coloquial, el «roasting» es una práctica exagerada que, según parece, ha creado adicción en la Liga inglesa. Relaciones sexuales de varios hombres con una sola mujer, con o sin consentimiento de ella. Los sucesos de La Manga representan el tercer escándalo de la temporada para la Premier.
Que se sepa, tres intervenciones de la Policía en sólo seis meses. La primera se remonta al 28 de septiembre de 2003. Carlton Cole, delantero del Chelsea que juega con el dorsal 39, entabla una relación con una joven de 17 años en un club de Londres. La noche acaba en la habitación 319 del Hotel Grosvenor con un enredo monumental. La chica asegura que llegaron más futbolistas a la alcoba y que varios de ellos mantuvieron relaciones sin su anuencia. Las estrellas de la Premier aseguran que ella aceptó una relación en grupo. ¿Quién dice la verdad?
La fiscalía inglesa, el CPS (Crown Prosecution Service) no encontró las pruebas suficientes para emitir sentencia de condena y absolvió a dos futbolistas, el citado Carlton Cole (20 años) y el defensa del Newcastle Titus Bramble (23).
Jody Morris, reincidente
Jody Morris pasó una noche en la cárcel, la del 19 de noviembre, retenido por la Policía inglesa y acusado de violación por una chica de 20 años. Según dijo la mujer, la agresión se produjo el 6 de octubre de 2003. La misma historia. Relación aceptada por la mujer, en versión del futbolista. Y violación, según ella.
Al centrocampista del Leeds United le penalizaba su pasado, ya que no era la primera vez que visitaba las dependencias de la Policía. Hace dos años ya prestó declaración tras un altercado con el portero del club «Wellington» de Londres. Había otros dos futbolistas, Terry, que estaba en el Chelsea, y Bryne, en el Wimbledon.
Los inseparables Fowler y McManaman, rubios y adinerados, amantes de las carreras de caballos, amigos para todo desde su periplo en el Liverpool, se vieron envueltos en una turbia secuencia de «roasting» a dúo con una chica de 29 años con el mismo final en los tribunales. Sin cargos.
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