Putin reclama una transformación de la Alianza para integrar a Rusia

El presidente ruso, Vladímir Putin, aprovechó ayer su integración en la coalición internacional contra el terrorismo y su diplomático acercamiento a Europa y EE.UU. para reclamar un cambio sustancial de la OTAN, con el objetivo de que Rusia pueda integrarse de forma más adecuada en las estructuras de seguridad internacionales. Putin abogó por una OTAN «más política y menos militar».

Rusia se siente como si la hubieran invitado a la fiesta, pero no la dejaran acceder al salón de baile. En tanto que los aliados se debaten en sentimientos divididos. Por un lado, se felicitan porque el viejo enemigo de la guerra fría pida ahora colaborar más estrechamente, y reclame un escenario en el que se sienta más cómodo e influyente. Por otro, asumen que cualquier modificación de la OTAN tiene un margen considerablemente exiguo. Su simple transformación en un órgano político y de seguridad paneuropeo convertiría a la Alianza en un trasunto de la OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación en Europa), organización incapaz de enfrentarse a una amenaza de envergadura.

Como muestra de buena disposición, los socios de la UE propusieron la celebración de consultas mensuales entre Rusia y la troika del Comité Político y de Seguridad de la Unión. En la OTAN se pondría en marcha un «grupo de trabajo» que busque fórmulas para una mayor cooperación.