Las mejores freidurías de Sevilla para comer 'pescaíto frito'

Desde los puestos más humildes del barrio hasta locales con solera y nombre propio, el arte de la fritura sigue vivo gracias al trabajo de generaciones que han sabido mantener las buenas costumbres: materia prima de calidad, aceite limpio y mano firme para servir el pescaíto frito como se debe, doradito, crujiente por fuera, jugoso por dentro y sin exceso de grasa.

En Gurmé hemos querido reunir en esta guía una selección de las mejores freidurías de Sevilla, con opciones en diferentes zonas de la capital andaluza, locales para disfrutar de las frituras in situ, encargar a domicilio o pedir para llevar.

Así que cuando te entre ese antojo de adobo, acedías o boquerones, esta será tu mejor brújula para saber donde ir. ¡Toma nota de nuestras recomendaciones!

Con un largo recorrido a sus espaldas, la Freiduría Puerta de la Carne es uno de esos locales que nunca faltan en una ruta por las mejores freidurías de Sevilla. Aquí se fríe con arte y su pescaíto frito se puede pedir para llevar en cartucho de papel de estraza o disfrutar directamente en el local, para quienes prefieren comerlo al momento.

Su relación calidad-precio es uno de sus grandes atractivos, y entre sus especialidades más populares no falta el cazón en adobo, que muchos piden casi de memoria. Un lugar de los que siempre apetecen cuando el cuerpo pide un pescaíto frito bien hecho.

En la zona entre El Plantinar y El Tiro de Línea, El Arrecife se ha convertido en todo un referente para quienes buscan pescaito frito de calidad en Sevilla. Desde su mostrador de José Saramago, despachan cartuchos a golpe de boquerones, puntillitas, calamares, salmonetes, pijotas, bacalao o acedías, siempre frescos y fritos al punto.

Su cazón en adobo es de los más famosos de la ciudad, pero también merece la pena acompañarlo con sus aliños caseros como ensaladilla de pulpo o patatas aliñadas. Además de freiduría, cuentan con cervecería y salones con mesas para comer allí, aunque los fines de semana es mejor reservar porque el sitio suele estar abarrotado.

En el corazón de Triana, la Freiduría Reina Victoria recibe al cliente con un mostrador bien surtido que deja claro que aquí el pescaíto frito --además de otras frituras-- es cosa seria. Todo se vende al peso, y puedes optar por llevarlo en cartucho o tomarlo en el salón contiguo.

En su carta no faltan clásicos como merluza, bacalao, chocos, gambas fritas, adobo o puntillitas, tanto en raciones individuales como en surtidos variados para compartir. Una dirección imprescindible en cualquier ruta por las mejores freidurías de Sevilla.

No es una freiduría al uso, pero Blanco Cerrillo se ha ganado por derecho propio su sitio en esta selección de freidurías en Sevilla por su buen manejo. Este bar clásico de la céntrica calle José de Velilla es conocido por muchas cosas, pero sobre todo por el aroma inconfundible de su adobo, que se cuela por la nariz antes de ver siquiera el cartel.

Sus boquerones en adobo son casi un icono local, así como el cazón y las pavías . Si hablamos de pescaíto frito con solera en Sevilla, esta parada es una de las obligatoria. Además cuentan con dos locales más, uno en Triana y otro en Pío XII.

Muy cerca de la Catedral, la Freiduría La Isla es de las más antiguas de Sevilla, y es considerada uno de los templos locales dedicados al arte de la fritura. Su oferta es amplia, pero destacan especialmente las huevas de merluza fritas y las gambas rebozadas, que son todo un clásico entre los habituales. Muy demandadas también por sus clientes son las raciones de adobo, choco, merluza, pescada, pavías y bacalao. Tiene mesas en el interior para tomar tranquilamente el pescado.

Además, es uno de los sitios más económicos para comer pescaíto frito en pleno centro, lo que lo convierte en una parada más que recomendable para disfrutar de una buena fritura en Sevilla.

En el corazón del barrio de la Macarena, Freiduría Mara es uno de esos clásicos que nunca fallan a la hora de disfrutar de un buen pescaíto frito en Sevilla. Con precios populares, cerveza helada y una terraza amplia, es perfecta para quienes quieren comer bien sin complicaciones.

Su carta ofrece de todo: chipirones fritos, chocos, boquerones adobados o al limón, fritura de pulpo o buñuelos de bacalao, que pueden disfrutarse en el local o pedir a domicilio. También ofrecen marisco fresco, chacinas, aliños, guisos y otras opciones de tapeo, así como arroces y pescados a la plancha.

Con locales en Viapol y Bermejales, La Fritá apuesta por el formato take away, aunque cuenta con una pequeña zona para picar algo al momento, en el local de Viapol, y una sala para comer sus tapas recién hechas en el de Los Bermejales. Todo gira en torno al pescado y marisco fresco de Huelva y Cádiz, que se exhibe en una vitrina que da a la calle.

Desde langostinos, gambas o patas de cangrejo, hasta salmonetes, acedías, choco, boquerones o pulpo frito, todo pasa por la freidora para salir crujiente y listo para llevar. Completan la oferta con aliños, chacinas, tortilla de patatas y guisos del día, entre otras opciones. Una opción versátil dentro de las freidurías de Sevilla.

Ubicada junto a Plaza de Cuba, Freiduría y marisquería Bahía ofrece pescaito frito y mariscos cocidos, con opción de comer allí, llevar o pedir a domicilio. Al frente está Rafael Reyes, tercera generación de una familia ligada a la fritura desde la mítica Freiduría Sevillana de San Jacinto.

Entre sus especialidades: adobo, pollo frito, boquerones, calamares, pijotas o gambas, todos sin gluten y servidos en cuartos de kilo. También preparan mariscos cocidos como langostinos o bocas.