Los 10 mejores lugares donde comer chicharrones en Sevilla

Y, aunque este festival aportará un punto de encuentro temporal para los amantes de los chicharrones, la ciudad hispalense ya alberga excelentes opciones para disfrutar de este clásico gastronómico cualquier día del año.

Originarios de Andalucía y convertidos en un clásico del picoteo en nuestras barras, los chicharrones son una tapa que conserva toda la intensidad de sus raíces. Aunque versiones similares se encuentran en algunas zonas de América Latina, la tradición andaluza, especialmente de Sevilla y Cádiz, los ha popularizado en diferentes versiones y texturas que varían entre trozos grandes y crujientes con su inconfundible sabor adobado, o más tiernos y en finas láminas con un poco de sal gruesa, como los de la provincia gaditana.

Sea como sea, ya sea en cartucho de papel para llevar o como tapa para compartir, los chicharrones en Sevilla son un manjar que bien merece una ruta especial. Y por eso, desde GURMÉ compartimos una selección de lugares imprescindibles de la capital andaluza donde disfrutarlos con una cerveza helada. ¡Marchando una de chicharrones!

La historia de la Carnicería Roiz, una de las más tradicionales de Sevilla, comenzó en los años 20, cuando Francisco Roiz Granda llegó desde Santander y se estableció en la ciudad hispalense. Desde entonces, la marca se ha convertido en un referente de los chicharrones sevillanos, gracias a un método artesanal y una receta familiar que ha pasado de generación en generación. Ahora es Javier Roiz Moreno, nieto del fundador y tercera generación al frente del negocio, quien mantiene viva la tradición en su local de la calle Cardenal Spínola, donde se mudaron hace un par de años tras casi un siglo en el Mercado de Feria.

Con el traslado, Javier buscaba ganar espacio y mejorar su capacidad de producción sin perder la esencia artesanal que caracteriza sus chicharrones. Cada día, el local produce lo necesario para servirlos recién hechos, evitando el almacenaje para que los clientes disfruten siempre de los chicharrones en su punto óptimo de sabor y textura: crujientes por fuera y tiernos por dentro. Este método, unido a la selección minuciosa de ingredientes como el ajo y el pimiento molido, permite que el producto conserve el sabor que lo hizo famoso y siga estando presente en bodegas históricas de la ciudad, como Morales y Casablanca, donde Roiz quiere que sus chicharrones vuelvan a figurar como uno de los bocados esenciales de la tapa sevillana.

El local de Roiz continúa siendo un destino fijo para quienes buscan chicharrones recién hechos en el centro de Sevilla, perpetuando una tradición que lleva casi un siglo en la ciudad.

Si algo define a Casa Morales es su autenticidad y solera. Situado a la vera del conjunto monumental de la Catedral y con una historia que hunde sus raíces en 1850, comenzó su andadura como tienda y bodega en la que se despachaban vinos de Valdepeñas, siendo en la actualidad es una de las tabernas tradicionales de referencia para disfrutar del tapeo sevillano.

En su carta encontramos platos típicos del recetario andaluz, como carrillada ibérica, albóndigas de carne o de chocos, ensaladilla, montaditos o pavías de bacalao. También son famosos sus guisos, como el potaje de garbanzos, el cocido de tagarninas o el menudo, así como sus conservas, salazones y ahumados.

Pero si hay una tapa emblemática con la que bajar la primera cerveza o una buena copa de oloroso, esa es, sin duda, la de chicharrones.

Con casi un siglo de vida, la taberna de Álvaro Peregil no necesita muchas presentaciones. Ubicada en pleno centro, es conocida por servir los botellines más fríos de la capital junto a sus espléndidos chicharrones al estilo gaditano, tapeo de siempre y una atmósfera añeja que le confiere su encanto particular.

Aquí no hay que esperar un tapeo creativo, pues sus especialidades son las sardinas, la pringá, salmorejo o la ensaladilla de gambas.

En pleno corazón del polígono de San Pablo, el Bar Talo se ha ganado la reputación de ser un referente gracias a sus tapas de chicharrones. Este local, pequeño y acogedor, invita a regresar después de la primera visita por la irresistible combinación de buen ambiente, trato familiar y chicharrones recién hechos, que muchos describen como adictivos, haciendo que sea uno de nuestros locales imprescindibles en esta ruta de los mejores chicharrones de Sevilla.

¿Merece la pena acercarse hasta Parque Alcosa solo por unos chicharrones? Si se trata de los que prepara el Bar Giralda, la respuesta es rotunda: sí. Con 33 años de vida, esta cervecería –gestionada desde hace 18 por José Antonio Sevilla– es famosa en la capital andaluza por sus chicharrones de primera, que atraen a vecinos y a cualquier amante de este clásico del 'codo en barra' desde cualquier punto de la ciudad. Cada día, reciben la carne de cerdo fresca a, que cortan a cuchillo, adoban y preparan al momento, garantizando que los clientes siempre disfruten de chicharrones recién hechos. Con una producción mensual que llega hasta los 4.000 kilos, el Bar Giralda es un referente en la zona y hasta abastece a varios restaurantes que los incorporan a sus cartas.

En el barrio de El Porvenir, Cervecería Cardenal se ha convertido en una parada obligada, especialmente conocida por sus chicharrones de Cádiz, servidos en papel de estraza con un toque de sal que realza su sabor. Ubicada en la avenida Cardenal Bueno Monreal, en la frontera con el Tiro de Línea, este pequeño local apuesta por la tradición y la calidad, desde los montaditos hasta las espinacas con garbanzos y sus famosos panes. Al llegar, los clientes son recibidos con un cuenco de aceitunas y un papelón de chicharrones que marcan el inicio de una carta repleta de opciones clásicas: ensaladilla, boquerones en vinagre, gambas o montaditos.

En el barrio de Nervión, el Bar Elio se ha ganado una gran reputación por sus chicharrones. Este local es famoso por su tapeo tradicional, donde se pueden encontrar una variedad de tapas del recetario español que van de maravilla con una cervecita bien fría. Además de sus chicharrones, el jamón también es uno de sus grandes atractivos. Con precios muy asequibles y un trato amable, es un bar que no puede faltar en tu ruta de chicharrones en Sevilla.

En el corazón de Triana, Barbiana es un referente para quienes buscan sabores auténticos que evocan la cocina familiar. Aquí, el sabor de la tradición se hace presente a través de platos como las costillas ibéricas en salsa y la carrillada. Sin embargo, son sus chicharrones de Cádiz también marcan la diferencia, convirtiéndose en un auténtico sello del local.

Además, complementan su oferta con mariscos frescos y carnes a la plancha, convirtiendo cada visita en una experiencia gastronómica completa.

Con este nombre, todo indica a adivinar que aquí se comen buenos chicharrones, aunque la oferta va más allá del aperitivo que los han hecho famosos desde su apertura en 2016. Este local, situado en la calle Torrelaguna, número 21 en Torreblanca, se ha convertido en un referente para quienes buscan disfrutar del aperitivo sevillano por excelencia.

Además de sus emblemáticos chicharrones, aquí también puedes encontrar tortillas de patatas, caracoles, cabrillas y pollos asados, perfectas para compartir en cualquier ocasión. Además, se pueden pedir a domicilio con un servicio de reparto que abarca Torreblanca, Alcosa, Sevilla Este y La Negrilla, en pedidos mínimos de 10 euros, mientras que para localidades más alejadas como Dos Hermanas, Montequinto, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra, el pedido mínimo asciende a 2 kilos.

También se pueden disfrutar en sus otros dos puntos de venta: La Despensa de Manué, Las Palmeritas y Sevilla Este.

Casa Macareno es una celebración de las tradicionales tabernas sevillanas, centrada en chacinas, mariscos y guisos caseros, todos acompañados por vinos generosos y un vermú de grifo que complementan su propuesta gastronómica. Este establecimiento destaca por servir sus delicias en el característico papel de estraza, ofreciendo un menú que mezcla la tradición con la calidad a precios asequibles.

Bajo la dirección del hostelero y propietario Jota Leirós, al frente también La Chalá, Lola por Dios y la Quesería Vuelve Carmina en la Alameda, Casa Macareno se ha convertido en un referente del tapeo en el barrio. Su oferta incluye una variedad de mariscos y guisos caseros, así como un vermú propio, elaborado en bodegas de Jerez con base de fino.

Aunque sus chicharrones no siguen la receta clásica sevillana, han ganado un lugar destacado en el menú. Aquí se sirven confitados y fritos, permitiendo una piel extra crujiente y un interior muy tierno y vienen acompañados de un chimichurri jerezano que realza su sabor.