El Grifo estrena local en La Buhaira y amplía su carta con marisco y desayunos

El nombre vuelve a incluir el código postal, una fórmula que se ha convertido en sello de la marca y que refuerza su conexión con cada zona. «Queremos que la gente sienta el sitio como suyo», explican sus responsables.

El Grifo 41018 es una cervecería de carácter local, donde la barra manda y la Cruzcampo se tira helada.

El espacio, más pequeño que el de Miraflores, combina barra interior, mesas altas, bajas y una barra exterior que se llena al caer la tarde. La calle peatonal, arbolada y tranquila, invita a quedarse: familias con niños durante el día, público joven al atardecer y tardeo de fin de semana.

La carta conserva la esencia del primer local pero incorpora algunas novedades.

Entre ellas, un apartado de mariscos frescos traídos cada día desde Punta Umbría, que se suman a los clásicos de siempre: ensaladilla, papas aliñás, boquerones en vinagre y gildas, tapas frías que resumen su estilo directo y sin complicaciones.

También hay chacinas y quesos —de lomo, morcón, chorizo, carne mechá, payoyo o trufa—, conservas y patés, además de tapas calientes como la carrillada al vino, carne con tomate, albóndigas en salsa o tortilla al whisky.

La cocina mantiene horario continuo, ofreciendo tapas frías durante la tarde.

Una de las principales incorporaciones respecto a Miraflores son los desayunos, disponibles de lunes a viernes, de 8:00 a 11:30.

Ofrecen tostadas con café, en pan blanco o integral, con opciones tradicionales —aceite, jamón, carne mechá o manteca colorá— y otras más actuales como salmón con aguacate y queso Philadelphia.

Los sábados abren de 12:00 a 00:00 y los domingos solo al mediodía, manteniendo la fórmula de cocina abierta y ambiente distendido.

La carta líquida mantiene el protagonismo de la Cruzcampo, servida en vaso fino o caña, y una selección de vinos de Jerez (Tío Pepe, Alfonso, Leonor, Fino Quinta, 10RF…), riojas, riberas y verdejos, además de vermut, combinados y champagne.

El concepto es claro: buena cerveza, vinos de confianza y precios comedidos.

El nuevo Grifo 41018 conserva la estética sobria y funcional del original. La barra, protagonista del espacio, es el punto de encuentro a cualquier hora.

En el exterior, una terraza peatonal rodeada de árboles crea un ambiente familiar y agradable, especialmente los fines de semana, cuando el local se anima con el tardeo y el ritmo del barrio.

El Grifo 41018 mantiene la filosofía que hizo popular a su hermano mayor de Miraflores: cocina tradicional, cerveza bien tirada y ambiente de barrio.

Con el marisco diario, los desayunos entre semana y una ubicación privilegiada junto al parque Blanco White, este nuevo local refuerza el proyecto de un grupo de hosteleros jóvenes que ha sabido entender lo que pide Sevilla: bares con alma, donde siempre hay algo que contar.