El Figón de Montemar

En la carta se relacionan más de 20 platos que son especialidades de esta casa. A la propuesta de comidas se suman las sugerencias, ya que es un negocio con clientela fija que conoce muy bien lo que ofrece el Figón de Montemar. Así las cosas, siempre hay dos o tres platos alternativos con los que sorprenderles, que cambian en función de la estación y del mercado.

Entre los imprescindibles del negocio se encuentran carnes como el cordero, el rabo de toro o los callos a la madrileña . Y pescados como la merluza de pincho, el rape y pescados de escama a la sal como la lubina o la urta . Para regar, se puede elegir entre uno de los cuarenta vinos seleccionados de la carta, la mayoría de los cuales se puede degustar por copas.

Y en cuanto a los postres, los tienen y son caseros: Manzana asada, crema catalana, flan, arroz con leche … Procuran también poner a disposición del cliente frutas del tiempo con los que también elaboran macedonia.

El Figón de Montemar cuenta con un amplio salón -con capacidad para 40 comensales- y terraza cubierta que descubren en verano. Se pueden acomodar en la misma a 30 personas. El servicio es de restaurante, aunque también se puede comer a base de tapas.