Allison, 15 años: «Mi bebé no es un error, el error lo cometí yo»

«No ha sido nada fácil asumir que está embarazada con solo 15 años –confiesa su madre–. Cuando fuimos al centro de salud nos dieron la dirección de una clínica para que pudiera abortar porque decían que era demasiado joven. En nuestros planes no estaba interrumpir su embarazo, pero todo el mundo nos invitaba a hacerlo. Estuve muy confundida, necesitaba escuchar a alguien que me dijera que siguiéramos adelante, pero no lo hubo. Un día, delante de una doctora que insistía yo le dije: ‘la decisión final será la que tome mi hija’. Ella se pronunció muy tajante: “mamá, vámonos de aquí, no voy a perder al bebé” ».

El pequeño nacerá en junio. En el instituto madrileño donde estudia Allison cuarto de la ESO le han adelantado las fechas de los exámenes finales para que pueda terminar el curso antes del parto. «Cuando mis compañeros se enteraron de que estaba embarazada me comenzaron a mirar raro, como con lástima. Sé que soy joven para tener un hijo, pero él no es un error, el error lo he cometido yo. Tomé una mala decisión y tengo las consecuencias que van a ser para toda la vida, no me queda otra que aprender. Lo único que me preocupa hoy es que nazca sano».

Su madre le ha dicho que la va a apoyar en todo, « pero que no puedo dejar de estudiar –matiza–. Yo no veo tan difícil cuidar al bebé, aunque tendré que buscarme un trabajo, de lo que sea, para poder comprarle las cosas que necesita y alimentarle. Mi madre trabaja cuidando a una persona mayor y no tenemos muchos medios económicos. Hemos ido a la Fundación Madrina y allí nos entregarán cositas para el bebé y me darán cursillos para aprender a cuidarle bien».

«No tenemos otra opción –añade su madre–, mi sueldo no da para más porque tengo otros dos hijos de 6 y 10 años. He trabajado de lunes a domingo. Me gustaría poder encontrar otro trabajo para ayudar en buenas condiciones a mi hija y al bebé que venga. No va ser fácil pero tampoco será imposible. A Allison la veo en ocasiones confundida, arrepentida y deprimida, pero no hay marcha atrás».

En un intento de animarla en sus días bajos, su madre le dice que « no es la primera mujer del mundo que se queda embarazada a esa edad y que el amor por un hijo es tan grande que siempre merece luchar por él». Otras veces confiesa que ve a su hija ilusionada mirando la poca ropita de recién nacido que les han prestado y con ansias de que llegue el día de poder cogerle en brazos.

A la espera de ese día, el pasado jueves 24 de marzo, el Ayuntamiento de Madrid anunció la aprobación de una convocatoria pública de subvenciones 2022 a entidades e instituciones que desarrollen proyectos de familia, infancia y apoyo a la discapacidad en el municipio de Madrid. El importe destinado se cifra en 1,1 millones de euros, que se distribuye en tres líneas de actuación : familia e infancia, apoyo a la discapacidad y, por primera vez, a adolescentes y jóvenes embarazadas.

Esta última línea cuenta con una dotación de 162.000 euros para las diferentes entidades sociales que deseen optar a ella. Amaya Azcona , directora general de Fundación Redmadre , valora positivamente que el Ayuntamiento de Madrid haya creado una línea de subvención para el apoyo de adolescentes y jóvenes en estado de gestación. « Desde hace años venimos reclamando a las diferentes administraciones públicas que dediquen partidas presupuestarias para el apoyo a la maternidad y, en concreto, en defensa de las jóvenes embarazadas, que son las que más dificultades encuentran por diferentes motivos: no tener acabados sus estudios, estar en desempleo, carecer del acompañamiento del padre del hijo que esperan y, en algunos casos, falta de ayuda familiar», concluye Amaya Azcona.

Sin embargo, Conrado Gimémez, presidente de Fundación Madrina , apunta que es una ayuda «completamente insuficiente, una vergüenza». Explica que solo durante la pandemia su fundación dedicó medio millón de euros cada año en ayudas a la maternidad vulnerable. «Con la cuantía que ha fijado ahora el municipio, cada embarazada que nos derivan desde Asuntos Sociales recibiría un total de 11 euros. Es decir, no nos llegaría ni para comprar sus bonos de transporte. Recibimos 60 casos diarios de familias vulnerables, embarazadas y madres con niños. Estas jóvenes necesitan muchas más ayudas directas para poder afrontar su maternidad, la atención médica, alimentos, pañales, guarderías, transporte...».

Asegura que el perfil mayoritario de estas adolescentes en estado de gestación son «fundamentalmente jóvenes de familias de clase obrera que van a colegios públicos y se quedan embarazadas de compañeros del mismo centro escolar. Hace años se llegó a mencionar que había 20.000 adolescentes embarazadas en nuestro país; hoy, sin embargo es muy difícil conseguir el dato porque hacerlo público sería dejar ver la mala gestión que hay en nuestro país».

De hecho, ABC ha contactado con el Instituto Nacional de Estadística (INE) para interesarse por conocer la cifra actualizada de adolescentes que han sido madres en nuestro país. Sin embargo, los últimos datos aportados son los correspondientes a 2020. La estadística asegura que la tasa de fecundidad de las jóvenes entre 15 y 20 años de edad de procedencia española y extranjera en nuestro país es de 43,42 nacimientos por cada 1.000 mujeres.